La vida en papel de arroz

• Del 9 de octubre de 2006 al 7 de enero de 2007

El interés de Occidente por los productos chinos data de los siglos XVI y XVII cuando los miembros de las órdenes misioneras de regreso a sus países de origen contribuyeron a la difusión y el conocimiento de la cultura oriental. Por otro lado, el establecimiento de portugueses en Macao (1557) y de españoles en Filipinas (1564), interesados por las posibilidades económicas y comerciales de los productos chinos, dará origen a diversas vías de navegación que unieron China con los enclaves comerciales de Occidente. La ruta del Galeón de Manila o Nao de Acapulco (1565 – 1815) y la de la Real Compañía de Filipinas (1785 – 1830) son prueba del interés comercial que España mantuvo desde el siglo XVI hasta mediados del siglo XIX.

A partir de mediados del siglo XIX la pintura china sobre papel de arroz se convirtió en un producto más de exportación. Aunque en nada tuviera que ver el arroz en la composición del papel, por ese nombre común fue conocido el papel obtenido de la Aralya Papyfera (aralia gigante). La técnica empleada y el tipo de papel permitieron aumentar su producción en diversos talleres de pintura para abastecer la demanda de viajeros y navegantes. Lamentablemente la fragilidad del tipo de papel ha provocado que pocas pinturas se conserven en la actualidad. La mayoría se vendían encuadernadas formando álbumes lo que solo permitía su visión de una en una, razón por la cual al llegar a las colecciones europeas, en un afán decorativo, pocas pinturas han llegado a conservar la encuadernación original, perdiéndose, por tanto, la información acerca de los pintores o talleres de pintura que figuraban en las tapas de los mismos. En esos casos, únicamente es posible suponer la atribución por la información documental y las crónicas de los viajeros occidentales.

A los temas inicialmente representados como las escenas portuarias en óleo sobre lienzo y especies botánicas, se sumará la representación de otros aspectos: el cultivo de la morera, el consumo y elaboración del opio, las artes marciales o los castigos aplicados por la justicia. Todos ellos se convertirán en los tipos y costumbres que contribuirán a difundir en Occidente la imagen de la cultura china.