Exposiciones temporales
Isabel Muñoz, una de las grandes fotógrafas de nuestro tiempo, vuelve a visitar el MNA tras “Mujeres del Congo” (2017). Ahora nos presenta su último gran proyecto, que nos ofrece una mirada de profundos valores antropológicos sobre la formación de las sociedades neolíticas a través de sus impresionantes fotografías de cuatro yacimientos arqueológicos de Anatolia: Göbekli Tepe, Karahan Tepe, Nevali Çori y Sayburç. En los últimos años, las excavaciones en estos “santuarios” no han dejado de sorprendernos con hallazgos que están cambiando lo que sabíamos de las sociedades en la transición entre el nomadismo y la sedentarización: su cronología, su organización y sus formas de vida, sus construcciones megalíticas, sus manifestaciones artísticas y su concepto de “lo sagrado”.
Esta exposición inaugura el programa especial del 150º aniversario del Museo Nacional de Antropología (1875-2025), y evoca así sus primeras etapas de vida, en que también fue Museo de Prehistoria. De hecho, el proyecto conecta ahora al MNA con tres grandes museos dedicados a los albores de la humanidad: el Museo Pera de Estambul y el Museo de las Civilizaciones de Ankara, donde comenzó su andadura, y el Museo Nacional de Altamira, donde recalará en la primavera del año que viene. El Museo de Altamira fue en su momento el destino de la mayor parte de la colección prehistórica del MNA pues una parte de los objetos, en su mayoría herramientas líticas recolectadas a lo largo del siglo XIX en diferentes “sitios” arqueológicos, procedía de Cantabria.
De esta manera, la muestra cierra una especie de “círculo mágico” a la vez que abre una etapa de renovación del museo. Las poderosas imágenes creadas por Isabel Muñoz nos sirven para mirar hacia un pasado remoto, pero nos interpelan desde la contemporaneidad más palpitante, y nos conectan con preguntas que siguen muy vigentes. ¿Somos, después de todo el camino que la humanidad ha recorrido desde entonces, realmente diferentes en lo esencial de las gentes que crearon y utilizaron esos espacios sagrados hace 9.000 años? ¿No habremos olvidado cosas fundamentales de nuestra relación con el cosmos que esas gentes conocían y sentían? ¿Es posible, conectando con la dimensión intangible de esas creaciones gracias a la mediación de Isabel Muñoz, que nos reencontremos con algo de esa identidad esencial perdida? Sólo hay una forma de comprobarlo…