Recherche archéologique
Con esta propuesta, el Museo de Altamira conecta a su público con los más actuales proyectos, las más innovadoras hipótesis y conclusiones científicas y los más recientes descubrimientos que están teniendo lugar en el mundo de la investigación arqueológica. Los distintos medios con los que cuenta el Museo, desde las colecciones, pasando por el entorno natural, hasta sus exposiciones temporales y permanente, son la mejor herramienta para poner en contacto a la comunidad científica con el público interesado.
Durante el año 2024, la institución de referencia es el Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (IIIPC). Un instituto universitario de investigación de carácter mixto, de titularidad compartida por el Gobierno de Cantabria, la Universidad de Cantabria y Santander Universidades, y que se dedica a la investigación en Prehistoria y está comprometido con la formación de investigadores, la divulgación de la Prehistoria y la conservación del patrimonio arqueológico.
Con Ignacio Castanedo profundizamos en la historia de la arqueología. El interés por indagar en nuestro pasado e intentar dar respuestas a los interrogantes que los descubrimientos arqueológicos nos plantean no solo no son inquietudes recientes, sino que investigar cómo se han ido desarrollando y cambiando a lo largo del tiempo resulta tan apasionante como necesario. El caso de Cantabria es especialmente interesante debido en buena medida al reconocimiento del arte rupestre paleolítico, que gracias al descubrimiento de las pinturas de Altamira enfrentó a una pequeña provincia española con una responsabilidad de trascendencia internacional.
El investigador Antonio León, nos hace reflexionar sobre algunos conceptos vinculados con la identidad y el simbolismo, sobre los resultados de su investigación de los ornamentos personales de la cueva de Altamira y de los ornamentos personales en general durante el Paleolítico superior y el Mesolítico en la región cantábrica. Unas investigaciones que nos hacen repensar también nuestros propios ornamentos personales, su significado y la transmisión de nuestra identidad entre otros aspectos.
Sábado 14 de diciembreSalto de línea 12:00 h.
Con Carlos García-Noriega
Durante el año 2023 nuestra referencia fue el proyecto «Before art: social investment in symbolic expressions during the Upper Palaeolithic», dirigido por Diego Garate Maidagan (Universidad de Cantabria), dedicado al análisis arqueológico de la actividad gráfica del paleolítico desde su estudio interdisciplinario, pues la investigación científica del arte rupestre parietal, cuyo valor artístico ha sido reconocido por la UNESCO con sus declaraciones de Patrimonio Mundial, excede potencialmente de la creación artística en sí misma.
Frente al facsímil de la cueva de La Fuente de El Salín, de la exposición permanente del Museo, Verónica Fernández Navarro lleva nuestra atención al anonimato del arte paleolítico. No conocemos quién está detrás de esas magníficas obras de arte, ¿o sí?, ¿podemos saberlo? Las manos negativas pueden ser una pista. Un estudio riguroso en base a las nuevas tecnologías nos permite conocer si esas imágenes corresponden a mano de personas de distintas edades e incluso sexo.
En la Neocueva del Museo, Antonio Torres Riesgo nos habla de las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías al servicio de la investigación y difusión del patrimonio arqueológico. En este sentido, la Realidad Virtual permite recrear espacios concretos como las cuevas para compartir la información. Pero, además, ese proceso se puede desarrollar exclusivamente desde la información científica disponible. Es decir, iluminar una cueva en base a los parámetros disponibles. Recrear el espacio subterráneo tal y como era hace miles de años. Reproducir el humo del humo de las antorchas. Todo ello es posible gracias a la investigación interdisciplinar.
En el exterior del Museo, María Ángeles Medina Alcaide nos muestra cómo se iluminaban las personas artistas en el Paleolítico. Y es que, la primera acción al internarse en una cueva es encender tu linterna, pero ¿cómo lo hacían los paleolíticos? Afortunadamente, sus sistemas de iluminación en base al fuego dejaron un rastro del combustible en forma de pequeños carbones, milimétricos en algunos casos, que aportan una información preciada. Desde una evidencia tan modesta podemos llegar a conocer y recrear la luz real de las cuevas decoradas.
Diego Garate Maidagan nos habla de los retos de la investigación y de qué preguntar al arte rupestre en el siglo XXI. Y es que la Era Digital ha revolucionado la manera de estudiar el arte. Los sistemas tridimensionales de documentación ofrecen una precisión milimétrica para reproducir los espacios cavernarios. El tratamiento de las imágenes permite reconocer hasta el más mínimo detalle. Pero, ¿Debemos plantearnos las mismas preguntas sobre el arte o es preciso buscar nuevos cuestionamientos? ¿Qué nos permite realmente conocer las nuevas tecnologías?
Durante el año 2022, nuestra referencia ha sido EvoAdapta, un Grupo de I+D+i de la Universidad de Cantabria, dedicado al estudio de la Prehistoria desde una perspectiva multidisciplinar. A pesar de su juventud, cuenta con una amplia trayectoria investigadora, además de una remarcable experiencia en captación de fondos nacionales y europeos y atracción de talento investigador.
Ana Belén Marín Arroyo, a través de la exposición permanente del Museo, titulada «Los tiempos de Altamira» nos acerca a la Bioarqueología. Ana B. Marín es Investigadora Responsable del Grupo EvoAdapta y Profesora Titular de Prehistoria de la Universidad de Cantabria. Sus investigaciones están centradas en el comportamiento y resiliencia humana frente a las distintas condiciones climáticas y medioambientales acontecidas a lo largo del Pleistoceno y el Holoceno, con especial atención a la relación entre humanos y animales.
En el entorno natural del Museo de Altamira se desarrolla desde 2019 un experimento tafonómico enmarcado en el Global Weathering Project, coordinado por el Taphonomy Working Group del ICAZ en colaboración con AEMET y en paralelo al desarrollo del mismo experimento en Santander. El responsable del experimento, el investigador Borja González Rabanal, del Grupo de I+D+i EvoAdapta - Universidad de Cantabria, nos acerca al desarrollo de dicho proyecto y a las conclusiones obtenidas hasta el momento. El proyecto se centra en medir las alteraciones que produce la meteorización (weathering en su término anglosajón) a consecuencia de la influencia de la temperatura, humedad, viento y lluvia acumulada. Estas alteraciones, que afectan a los restos biológicos actuales, sirven para reconocer y entender los procesos tafonómicos acontecidos en los materiales biológicos hallados en yacimientos arqueológicos.
Almudena Estalrrich Albo es investigadora postdoctoral Marie Skłodowska-Curie Actions del Grupo Evo-Adapta de la Universidad de Cantabria y del Departamento de Antropología de la Universidad de Arkansas (EEUU).Salto de línea Los dientes proporcionan mucha información acerca de la vida y muerte de las personas: desde a qué especie humana corresponden hasta que tipo de actividades se llevaron a cabo con la dentición. La posibilidad de "leer" e interpretar estos rasgos hace que estas piezas sean consideradas fundamentales para el estudio de poblaciones antiguas, sobre todo en lo referente a la evolución humana. En esta ocasión, se mostrarán algunos de los secretos anotados en estos cuadernos de bitácora prehistóricos.
Alexandre Lefebvre es investigador postdoctoral (proyecto de Colaboración Internacional HumAntler financiado por MCIN/AEI /10.13039/501100011033 y por la Unión Europea NextGenerationEU/PRTR) del grupo EvoAdapta de la Universidad de Cantabria. Doctor por la Universidad de Burdeos, Lefebvre codirige desde 2019 la excavación del yacimiento Magdaleniense de la Peyzie (Dordoña, Francia). Sus investigaciones se centran en el desarrollo de la tecnología ósea magdaleniense alrededor del Golfo de Vizcaya y, particularmente, en la explotación de mamíferos marinos mediante la aplicación de novedosas tecnologías como ZooMS y micro-CT.