Salas del Greco

Salas dedicadas al Greco Pulse para ampliar

El Museo del Greco, tras la reforma de 2011, busca centrarse en explicar la figura del Greco a través de su contexto histórico y artístico, y especialmente su última etapa, a la que pertenecen la mayoría de los cuadros expuestos en el Museo.

Para ello introducimos las etapas y formación del Greco a través de audiovisuales y textos en la primera sala de esta parte: "Formación del Greco", para luego centrar su figura en Toledo en la sala "El Greco en Toledo" también conocida como "El estrado". Aún en la planta alta mostramos los cuadros del Greco que fueron parte fundacional de este Museo: el apostolado, las lágrimas de San Pedro, Vista y Plano de Toledo y los retratos. Bajando las escaleras pasamos primero a la Capilla y el retablo de San Bernardino, para luego terminar en las salas de Seguidores, donde se muestra la influencia que tuvo el Greco en los pintores toledanos del XVII.

A lo largo de estas salas nos encontramos con dos espacios para exposiciones temporales, la vuelta de la sala del Apostolado en la primera planta, y el espacio de "biblioteca" en la planta baja. En estos espacios intentamos colocar piezas prestadas que complementen o den otra visión a las obras de la exposición permanente, siendo generalmente pequeñas exposiciones en la vuelta del Apostolado, y una pieza invitada en el espacio de la planta baja.

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Formación del Greco

La sala de El Greco antes de Toledo, también conocida como Formación del Greco, se ha creado un espacio didáctico centrado ya plenamente en la figura del Greco. Un mapa del Mediterráneo muestra la andadura vital del Greco, y los videos muestran las obras más importantes del Greco por etapas, dando al visitante una idea rápida de los cambios en el estilo del pintor a lo largo del tiempo.

Además se exhibe Las obras completas de Jenofonte, libro escrito en griego que perteneció a Antonio de Covarrubias, quien acaba regalando este libro a su amigo el Greco en cuya biblioteca permanece hasta la muerte del pintor. Este libro recuerda no sólo la amistad entre el Greco y Antonio de Covarrubias, sino también el interés intelectual y culto del Greco. Esta intelectualidad se ve claramente reflejada en las decisiones estéticas y pictóricas que toma para sus cuadros.

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Estrado

En la sala de El Greco en Toledo, también conocida como estrado, se centra al pintor en la ciudad en la que acabará muriendo en 1614: Toledo. La recreación del estrado ha formado parte del Museo desde 1953, con las Fundaciones Vega-Inclán, cuando se decide recrear esta sala típicamente femenina de las casas españolas de los siglos XVI y XVII.

En el Museo actual se ha optado por mantener la recreación para explicar el cuadro de La familia del pintor, cuya copia de principios del XX guardamos en el Museo. La escena de este cuadro se desarrolla en un estrado, y seguramente se trate de la familia de Jorge Manuel Teotocópulos, hijo del Greco. Así buscamos mostrar de forma muy visual la presencia del Greco en espacios toledanos, contextualizar este cuadro y explicar la vida familiar del Greco.

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Apostolado

En la sala del Apostolado se exponen la mayoría de las obras del Greco que guarda el Museo: los trece cuadros del Apostolado, las Lágrimas de San Pedro, Vista y plano de Toledo y los retratos de Antonio y Diego de Covarrubias. Estas obras se contraponen a tres cuadros de escuela barroca andaluza para mostrar de forma visual la diferencia entre el estilo manierista del Greco y el estilo barroco que se va imponiendo en ese momento en la Península Ibérica.

Además en los últimos años se han depositado tres obras que también ayudan a explicar el estilo del Greco: San Simón y Santiago el Menor del Apostolado Arteche, apostolado de menor tamaño y de taller que ayuda a explicar las llamadas series del Greco, y un pequeño crucificado atribuido al Greco en su época romana.

Al inicio de la sala, y por el carácter didáctico de la nueva museografía, un audiovisual explica la forma de pintar del Greco.

A la vuelta del Apostolado nos encontramos la primera área de exposiciones temporales, donde se suelen colcoar exposiciones que dan otra visión a las obras del Apostolado.

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Capilla

La llamada Capilla es la última de las recreaciones que ha mantenido el Museo, y sirve tanto para guardar el magnífico artesonado mudéjar que el marqués adquiere en Valladolid, como para contextualizar el retablo de San Bernardino. Este retablo del Greco fue realizado para la capilla del Colegio Franciscano de San Bernardino, y se exhibe en su retablo original, también diseñado por el Greco en un estilo italianizante.

La recreación de la capilla se completa con una serie de esculturas: la Dolorosa del siglo XV, y la pareja formada por la Anunciación preñada, del siglo XIV; además de la lámpara votiva, y varias obras de escuela toledana de inicios del XVII.

La siguiente sala, conocida como la Biblioteca, es otra de las áreas de exposiciones temporales, y en ella se suele colocar una pieza invitada que dialogue con el San Bernardino.

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Taller del Greco

Saliendo de la Biblioteca pasamos por el área del Taller del Greco, zona de paso en donde se ha querido explicar cómo funcionaban los talleres de época, y concretamente el taller del Greco, fuertemente influenciado por los talleres italianos. En estos talleres no sólo se ayudaba a preparar lienzos y pigmentos y se completaban los cuadros, también se doraba y seguramente se creaban las arquitecturas de retablos y esculturas diseñadas por el Greco.

Además se muestra un facsímil de uno de los pocos grabados que nos han llegado de los comisionados por el Greco a Diego de Astor. Con estos grabados el Greco quería difundir varias de sus composiciones más famosas más allá de la ciudad de Toledo.

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Seguidores

La sala del Greco después del Greco o Seguidores continúa en esta línea del taller del Greco, mostrando obras de pintores que salieron de su taller y obras que continuaron su estilo y/o composiciones durante el siglo XVII. Y es que las composiciones religiosas del Greco tuvieron gran éxito en la Toledo del XVII, sobre todo sus composiciones de santos como San Francisco, de las cuales tenemos varios ejemplos.

Otras obras a destacar en esta sala son el San Basilio de estilo naturalista que sigue la iconografía y composición del San Ildefonso del Greco, o las copias de cuadros del Greco como son el Crucificado, San Luís, el Expolio o San Juan Evangelista y San Francisco de Asís, todos ellos realizados en el siglo XVII por la fama que los cuadros del Greco alcanzaron en la ciudad.

Al final de la sala se expone la copia barroca del Cardenal Niño de Guevara y el cuadro de San Matías, ambos realizados por quien será el mejor pintor salido del taller del Greco: Luis Tristán, a quien se dedica la última sala del Museo.

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Tristán

En la sala de Luís Tristán se exhiben seis obras de este pintor, además del retrato del cardenal de la sala anterior. Luís Tristán es el único pintor salido del taller del cretense cuya personalidad ha trascendido en la historia de la pintura. El tiempo que pasó Tristán con el Greco marcaría profundamente su devenir artístico, pero su pintura también se debe a las absorción de otras influencias a lo largo de su corta carrera tanto en Toledo, como en Madrid o Roma.

Así con una pintura barroca de fuertes influencias italianizantes, continúa composiciones y modelos del Greco de una forma personal y brillante.

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