Joaquín Sorolla y Bastida (1863-1923)
Otro de los imprescindibles es sin duda el retrato que Joaquín Sorolla regaló a Don Benigno de la Vega-Inclán y Flaquer, II marqués de la Vega-Inclán.
En la parte superior izquierda del lienzo, puede leerse la siguiente leyenda: “A Benigno Vega para su Museo de Toledo." J. Sorolla y Bastida 1910”.
Sorolla realizó el retrato de su amigo en un innovador formato apaisado, por influencia de la fotografía que conoció a través de su suegro Antonio García Peris. Sitúa la figura en primer plano sobre fondo neutro y utilizando la pincelada menuda y directa, con la intención de entroncar con los retratos del Greco. Lo pintó para ser expuesto en el Museo del Greco, de cuyo Patronato él mismo era miembro y Vega Inclán su fundador. Además de ser mecenas e impulsor de novedosos proyectos culturales, el Marqués también fue un activo marchante de arte, sobre todo de obras del Greco. Retrató a don Benigno varias veces, siendo una de ellas esta obra, que le regaló y donde le muestra a los cincuenta y dos años.