El Greco (1541-1614)
Crucifixión es una obra de pequeño formato que representa el momento de la expiración de Cristo en la Cruz, tema desarrollado por el Greco en diferentes versiones de pequeñas dimensiones entre los años 1573 y 1578. Esta obra sería la versión más tardía y la culminación de todas ellas, pudiendo haber sido realizada en su último periodo romano o bien en su periodo inicial toledano a donde llegaría en 1577.
La figura de Cristo destaca por su potente anatomía y monumentalidad, inspirada seguramente en un dibujo de Miguel Ángel. Está crucificado con cuatro clavos. La figura aparece aislada en un paisaje de horizonte, en el plano inferior fondo boscoso y levemente abocetado el contorno de una ciudad, y en el superior el característico fondo de nubes, seña de identidad del Greco.
La obra tiene además una erudición que le otorga un carácter único al no aparecer en el resto de Crucificados del artista. En la cartela, donde habitualmente aparece la inscripción INRI, aparece un texto de tres líneas invertidas. Debe leerse de derecha a izquierda según la tradición hebrea. Aparece el nombre Nazarenus en hebreo, griego y latín. Es una reproducción de una de las reliquias de la Crucifixión veneradas en la basílica de la Santa Croce in Gerusalemme (Roma) que Leticia Ruiz, especialista en el artista, considera debió de realizar para “complacer a un cliente de notable erudición anticuaria, tal vez alguno de los amigos españoles que frecuentó en Roma”.