Esta pequeña escultura repite una iconografía de Jesús Niño con símbolos de la Pasión, habitual en el ámbito hispánico, pero en una versión especialmente antigua, que le muestra dormido, agotado por el esfuerzo de la meditación. Se conocen al menos cinco ejemplares semejantes, todos vestidos a la usanza del tiempo de Felipe II. El ejemplar del Museo del Greco responde plenamente a esta iconografía, aunque tiene alguna menor calidad.Salto de línea Salto de línea Entre todos ellos se observan diferencias, centradas en los atributos que llevan en la mano, que pueden ser una cruz, una calavera o la esfera, y en las ropas que los cubren. El del Museo tiene un vestido cerrado de manga larga, pero no lleva encima el vaquero que llevan las imágenes arriba citadas, además parece haber perdido la cruz que llevaría en su mano izquierda. Además todos, menos el ejemplar del Museo del Greco, portan una cinta al cuello que sostiene algún tipo de colgante.Salto de línea Salto de línea Esta imágenes pueden fecharse en el último tercio del siglo XVI. Por los lugares donde se custodian tres de estos ejemplares (Santo Domingo el Real, las Descalzas Reales y el convento de San Juan de Jerusalén de Zamora) debe pensarse en un origen cortesano, como producto de regalos hechos a mujeres de la familia real que profesaban en conventos. A partir de ellos, el tipo se difundió y se imitaría, sin duda, con resultado menos perfecto y de calidad algo inferior.