Conjunto formado por dos esculturas policromadas que conforman un tema artístico y religioso específico: la Anunciación preñada. Este tema iconográfico es original de la Edad Media peninsular, y se trata de una variante iconográfica de la Anunciación unida a un episodio de la Encarnación. Así tendríamos en las inscripciones de las filacterias un saludo saludo entre el arcángel y la Virgen típico de las anunciaciones: AVE MARIA GRATIA PLENA (Salve María llena eres de gracia) y ECCE ANCILLA DOMINI (He aquí la esclava del Señor) junto con la representación de la Virgen en estado de gravidez, remarcado por la mano de la Virgen sobre su tripa. Según Ibáñez Palomo, se trataría de una particularidad de la Peninsula Ibérica que disfrutó de gran aceptación en la mitad norte de la Corona de Castilla y en el reino de Portugal desde la segunda mitad del siglo XIII hasta los siglos medievales, situándose en el XIV su época de mayor apogeo.
Se ha relacionado la creación de esta tipología con la fiesta del Expectatio Partus, que en el calendario litúrgico hispano, y tras el X Concilio de Toledo (656), se celebraba el 18 de diciembre junto con la Anunciación; así la iglesia hispana evitaba que la Anunciación se celebrase en Plena cuaresma el 25 de marzo. A pesar de ello, hay un espacio de varios siglos entre este X Concilio de Toledo (siglo VII) y las primeras apariciones de estas anunciaciones encinta (siglo XIII).
Tras Trento esta representación tan carnal de la Virgen, claramente embarazada, no se vió adecuada, por lo que esta iconografía desaparece. Cabe destacar que éste es uno de los pocos ejemplos en madera que se conservan, estando la gran mayoría de los ejemplos conservados realizados en piedra.Salto de línea