Cabeza femenina que se inscribe dentro de la dinastía Julio-Claudia. Podría situarse de forma más precisa en el mandato de Claudio (41-54 d.C.) por la peculiaridad del peinado femenino, según la moda de la metrópoli que alcanza también a la Península Ibérica. Es típica la hilera de rizos que bordean la frente hasta las sienes y las patillas a cuya altura se ensancha el rizado formando un triángulo delante de la oreja, como se aprecia perfectamente en este fragmento, así como las ondulaciones que cubre el resto de la cabeza hasta la coronilla.
Igualmente son característicos de este momento y permiten también fechar la obra en estos años, el labio superior sin marcar en el centro y el arco superciliar paralelo a la línea del ojo. Pensamos que se trata de Agripina minor, que fue mujer de Claudio y madre de Nerón, de la que se conocen otros siete retrato hechos en Hispania.
Presenta un particular parecido con el peinado de la cabeza del Museo de Albacete, si bien la comentada se halla en mucho mejor estado de conservación. Su magnífica calidad no oculta algunos rasgos provinciales como la insistencia recargada de las bandas de rizos, lo que hace suponer que nos encontramos ante una obra realizada en Hispania, pero en un centro importante. Podría proceder de la provincia.