La colección textil del Museo Cerralbo cuenta con algo más de 620 piezas con una extensa cronología que abarca desde la Edad Media hasta principios del siglo XX, siendo la parte más representativa la correspondiente al periodo Barroco, y comprende diferentes tipologías.
La parte más visible son los tapices, alfombras, cortinas o las tapicerías del mobiliario del palacio, pero hay otra parte de la colección que por la delicadeza del material no se encuentra expuesta como son las piezas de indumentaria, abanicos, encajes o el textil religioso como casullas o dalmáticas.
Entre los materiales predominan las fibras textiles naturales, tanto vegetales -lino, cáñamo o algodón- como animales, entre las que se incluyen la lana o la seda.
Sus procedencias son muy variadas, desde las manufacturas de Bruselas, en el caso de los tapices, hasta las de Aubusson, en algunas alfombras o cortinas. Otras piezas fueron adquiridas por la familia durante sus viajes, como los kilim que adornan las paredes de la Sala Árabe. Otros ejemplares provienen de casas de antigüedades o subastas, es el caso de las piezas de coleccionismo.
Dada la diversidad y funcionalidad de las piezas de esta colección, la intencionalidad por parte de los marqueses a la hora de reunirla va desde el embellecimiento de su residencia al coleccionismo de textiles históricos o como elementos de uso, ejemplo de ello son las libreas del personal de servicio de la casa, donadas al museo con posterioridad.