Francia o España, hacia 1890.Salto de línea Madera/ bronce y hierro/ seda, hilos metálicos.Salto de línea Ensamblaje, torneado, ebonizado, barnizado/ fundición, dorado/ henchido, tapizado, terciopelo, bordado.Salto de línea 88 x 65 x 95 cm.Salto de línea Inv. 1466.Salto de línea Ubicación: Sala del Baño
Catalogación: Sofía Rodríguez Bernis y Julio Acosta Martín.
Butaca de respaldo de roleo exvasado hacia atrás, de marcada caída, con cojín incorporado a la estructura a la altura de los riñones, y cortos soportes sobre roldanas.
Sobre una estructura de madera extremadamente simple, el asiento se construye con los materiales de henchido, y adopta su aspecto definitivo gracias a la acumulación de los fruncidos, pasamanerías de cordones y borlas, y bordados. Estos últimos se inspiran en modelos chinescos, muy a la moda por estas fechas, poblados de pavos reales, garzas y peonías, semejantes a los de los mantones de Manila. Las pasamanerías de la base, de cordones torcidos y cascadas de redecillas, responden a modelos historicistas de lo que entonces se consideraba propio del gusto barroco, tal como aparecen en publicaciones como L´ornement des tissus. Recueil historique, de Dupont- Auberville (1877) Todo el relleno se sustenta sobre una base de cinchas que sostienen los muelles que, a su vez, arman el asiento.
Esta pieza se inscribe en los llamados asientos de comodidad, bajos y envolventes, que se desarrollaron en la segunda mitad del siglo XIX, y que amueblaban los salones de confianza en los que se recibía a las visitas íntimas, así como los tocadores e incluso los cuartos de baño. De hecho, esta es la ubicación que esta butaca tuvo en el palacio, en cuyo baño principal Cabré la describe en el inventario que redacta en el año 1924. En la serie de dibujos, conservados en una colección particular, que representan los interiores del palacio de Alcañices, que estuvo situado en el solar que hoy ocupa el Banco de España, encontramos también muebles de comodidad de este género en la pieza del baño a la turca.
Debió ser adquirida cuando se amuebló el palacio en los años noventa, junto con otras butacas del mismo género. En el conjunto se pueden apreciar los cambios que, por los años ochenta y noventa, estaban transformando el aspecto de los asientos mullidos: el capitoneado, que tiende a desaparecer, sólo se encuentra en las ligatures –rebordes del respaldo y del asiento– de un juego de chaises à l´anglaise, en tanto que la que nos ocupa han ganado terreno las superficies lisas.
Modelos similares se recogen en los repertorios contemporáneos franceses, como el Nouveau recueil d´ameublement de H. Fourdinois, o el catálogo de 1879-80 de los almacenes Au Bon Marché, en los que se muestran asientos parecidos a éste que responden a denominaciones comerciales como lambrequin, bébé, mexicain o coussin