Como viene haciendo desde 2022, el Centro Dramático Nacional inaugura cada 8 de marzo sendas instalaciones en sus dos sedes. En el Teatro Valle- Inclán se instala un panel de entrada de artistas con una cita de la dramaturga Cris Blanco. En el Teatro María Guerrero, se crea una instalación efímera con nombres de mujeres de distintas disciplinas (autoría, dirección, gerencia, interpretación, diseño de vestuario, peluquería y producción), que dialogue con los nombres de autores y perfiles en los medallones de la fachada del teatro. Estas instalaciones podrán verse en ambos teatros a lo largo de toda la temporada.
La casa de Bernarda Alba arranca con una muerte y termina con otra. La muerte del padre abre el reinado despótico de Bernarda, que produce al final la muerte de su hija más joven, símbolo de vida, libertad y sexualidad. Bernarda es la encarnación de un sistema de normas sociales. Es su brazo ejecutor y también su víctima. La humanidad de Bernarda está en el deber cumplido de proteger a sus hijas de la ruina que pueden producir los impulsos sexuales en el contexto social que habitan. El miedo a caer en el ostracismo la lleva a aplicar de manera paranoide las mismas restricciones que cayeron sobre ella desde su infancia. Bernarda y su casa son la metáfora de una sociedad aterrorizada.
La casa de Bernarda Alba podría contarse desde la postura de Bernarda como la historia de una mujer que quería lo mejor para sus hijas. Desde la postura de Adela, podría contarse como una pesadilla en la que una madre paranoide, deshumanizada, y sin empatía encierra a sus hijas para guardar un luto absurdo de ocho años que puede acabar con la vida de todas. Suele ser frecuente escuchar que todo el mundo está con la postura de Adela pero, ¿cómo puede ser, si la violencia machista que sufren las mujeres en la casa de Bernarda es igual a la violencia machista que sufren las mujeres hoy, en nuestra realidad? ¿Hasta qué punto no vivimos todas en una casa en la que hay más Bernardas y Bernardos de los que pensamos?
En el siglo XIX, Charcot sentó los pilares de lo que luego sería el psicoanálisis a partir de una enfermedad: la histeria. Enfermedad que había sido entendida como femenina desde los tiempos de Hipócrates. Enfermedad que, según dijeron, se curaba con un consolador. A lo largo de la historia, lo que se ha entendido por locura ha tenido que ver con los rasgos que asociamos a lo femenino. Los hombres que han padecido algún trastorno también han sido considerados afeminados, lo que hace que me pregunte: ¿Hasta qué punto la diferencia ha sido considerada motivo de encierro? Y también, teniendo en cuenta que las enfermas eran retratadas como Ofelia o Lady Macbeth, ¿en qué medida el teatro ha contribuido a la imagen que hoy tenemos de la locura?
En El teatro de las locas nos centramos en la fascinación que produjo la tortura en directo a los pacientes diagnosticados de histeria. La obra es una comedia ácida que dialoga con el presente, que habla de la locura, sí, pero también del vouyerismo, del sadismo y de la crueldad con la que se ha tratado a aquellos que se han salido de lo que la norma impone.
«En el momento en que hay alguien con quien puedes hablar, para mí que se quite el cine, el teatro, los viajes, incluso placeres más fuertes». Carmen Martín Gaite
Un grupo de jóvenes se vuelve a encontrar después de un tiempo sin trabajar juntos. ¿Qué sucede cuando alguien muere antes de tiempo? ¿Cómo continúa la vida? ¿Y la noche? ¿Cómo continúa la conversación?
Ahora, los que se han quedado, tienen tres días para retomar un disco que dejaron por terminar. ¿Pero qué sentido tiene todo esto ya? ¿Cómo asumir que la vida cambia en un instante?
A veces, solo a veces, en mitad de la noche, alguien empieza un ‘beat’, otro lo sigue, alguien se ríe, quizás se levantan, y sin saber muy bien cómo, casi sin hablar, todas saben cómo continuar la canción.
Así hablaban. Así hablábamos. En una larga conversación a través del tiempo que no acaba nunca. Y que no acabe.
7 marzo 2024 | Teatro Chapí | Villena (Alicante)Salto de línea 9 marzo 2024 | Teatro Regio | Almansa (Albacete)
Un cartel cuelga del manubrio de la habitación. “Por favor, arregle el cuarto”. Al regreso de la playa, las camas hechas, las toallas limpias y el baño impoluto. Son “las que limpian”, las invisibles que cargan a sus espaldas un sistema turístico precarizador.
As que limpan habla de la lucha organizada de las camareras de piso de los hoteles por conseguir unos derechos laborales y sociales justos. Frente a ellas, la avaricia voraz de los propietarios de las cadenas hoteleras.
En este nuevo espectáculo las fundadoras de A Panadaría se formulan estas preguntas: ¿Es posible revalorizar este trabajo y desligarlo del género? ¿Existe un turismo sostenible? ¿Quién limpia la casa de la limpiadora?
Hay personas que nunca han limpiado un váter y hay otras que limpian quinientos al mes.
As que limpan no habla sólo de trabajadoras de la limpieza, habla de mujeres y del suelo mojado sobre el que caminamos cada día.
9 marzo 2024 | Auditorio Municipal | Vigo (Pontevedra)
Todo empieza al descubrir la historia de una mujer, totalmente desconocida para nosotros, llamada Helen Keller. Nacida en Tuscumbia (Alabama), se convierte en una celebridad mundial al ser, según las fuentes oficiales, la primera persona sordociega en obtener un título universitario en 1904 en Harvard, después de un duro proceso de aprendizaje desde los ocho años. Pero al investigar en varios archivos digitales norteamericanos se van descubriendo otras facetas desconcertantes de su vida, que son sistemáticamente ocultadas. Y lo más sorprendente, en los últimos años se difunde masivamente por las redes sociales una campaña que afirma que la historia de Helen Keller es falsa, incluyendo una petición en charge.org para eliminarla de la historia.
Esto desencadena la curiosidad necesaria para compartir la historia con el público. ¿Por qué se oculta parte de su vida? ¿A quién le interesa hacerlo? ¿Por qué quieren eliminarla de la historia? ¿Porque es una mujer, sorda y ciega? ¿Porque no se acepta que una de las personas más famosas del siglo XX en EE.UU. sea comunista? ¿Porque una mujer con discapacidad no puede actuar como una líder anticapitalista?
Son preguntas que tratan sobre la posibilidad de la rebeldía y la disidencia en nuestra sociedad. Sobre la posibilidad de ser considerada una mujer maravillosa y al mismo tiempo poder vivir simplemente como una mujer independiente y autónoma. Más allá de eso resuena la posibilidad de la utopía entendida como una función de nuestra memoria. ¿Puede Helen Keller devolverle los sueños a Greta Thunberg?
Este también es un trabajo que cuestiona la incomunicación entre personas oyentes y no oyentes, explorando las posibilidades de compartir un diálogo abierto en el escenario, como una silenciosa reivindicación de la importancia de las lenguas minorizadas, de su uso público y de su encuentro.