La exposición “Bosques de Luz” de José Manuel Ballester recibía al visitante con un inmenso mural (8,6 x 4,8 metros). La imagen representaba La última cena, de Leonardo Da Vinci, pero las figuras habían desaparecido de la escena. Ballester explicaba que "[…] los vacíos están llenos de información y de atractivos que pueden decir muchas cosas sin necesidad de una presencia humana directa y evidente". El fotógrafo buscaba lugares "[…] que dejaron de ser activos" o que por sus características "[…] están ocultas". Lugares donde la ausencia se hace presente.Salto de línea Salto de línea "[…] El tiempo se manifiesta con la acción, que es la que lo hace visible. Si ésta se detiene, el tiempo se desvanece", explicaba. "[…] Me interesa elegir esos momentos en los que parece que el tiempo se toma un respiro y te permite detenerte a pensar. Es una ocasión para ver las cosas de otra forma". En 1994 se crea el Premio Nacional de Fotografía, y la organización de exposiciones de los galardonados con este Premio, como en el caso del propio José Manuel Ballester, se convierte en una de las líneas de trabajo de la Subdirección General de Promoción de las Bellas Artes.
Ficha: 33/100 Unidad: Unidad de Apoyo y Subdirección General de Promoción de las Bellas Artes. Dirección General de Bellas Artes y Patrimonio Cultural.
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