Número de inventario: 24630. Barcelona.
Papel. 28 x 50 cm.
Las actuaciones favorables y respetuosas hacia los animales han existido siempre, encontrándose comportamientos favorables en escritores clásicos como Plutarco o Claudio Eliano. Si nos referimos a momentos más recientes, vemos que las actitudes que procuran el trato respetuoso hacia los animales aparecen en Inglaterra ya en el siglo XIX, concretándose en “asociaciones protectoras”, y estando vinculadas a las clases elevadas y a la monarquía. Más tarde, en nuestros días los movimientos propugnan la “defensa” de los animales y no sólo su protección (P. de Lora, 2003: 29-34).
En cierta forma, resulta llamativo el mensaje de este cartel barcelonés bajo forma de “pregón” en fecha tan temprana como 1929, recogiendo una Orden de Gobernación. Su contenido es absolutamente moderno sobre todo porque va dirigido a animales que sirven para la alimentación de las personas y no hacia animales salvajes. Quizá haya que ver en esta normativa –con el intento de evitar su sufrimiento durante la manipulación– el reflejo de una creciente industrialización con una cierta masificación y maltrato en su sacrificio. Estas ideas prefiguran, además, los puntos 3 y 9 de la Declaración de los Derechos del Animal, que se redactó bastantes años más tarde, en 1978, en los que se incide en evitar este tipo de sufrimientos (A. Lafora, 2004: 271-274).
Las actuales y constantes protestas contra el maltrato a los animales criados y sacrificados en un sistema de granjas industriales son el reflejo de una mayor sensibilidad hacia sufrimientos innecesarios infringidos a los animales y en contra del trato “inhumano” que reciben (J. Riechmann, 2003: 273-320).
JLMC