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Oporra

Oporra

Número de inventario: 2875. Valcarlos (Navarra).

Madera de abedul. 11,5 x 13 cm.

En la tradición de la zona Vasco-Navarra encontramos desde antiguo una clara vocación hacia las actividades pecuarias. Las ovejas, vacas y cabras, y por consiguiente la leche y sus derivados (queso, cuajada, requesón) van a constituir la base de la economía del caserío, tanto por su consumo como por la comercialización de los mismos.

Los pastores contaban para la elaboración y manipulación de estos productos lácteos con una serie de recipientes específicos, los kaikuak (cuezos de madera), realizados artesanalmente desde tiempo inmemorial bien por ellos mismos o bien por artesanos locales.

De entre todos ellos, los ejemplos que aquí se muestran son claramente representativos: el kaiku, la abatza , la idazkia o iragazkia y la oporra.

La oporra es el más pequeño de estos cuezos de madera. Esta especie de taza provista de asa tenía una capacidad para un cuarto o medio litro y normalmente era utilizada por los pastores y carboneros para tomar en el desayuno la leche con talo (especie de torta elaborada con harina de maíz, agua y sal, que se desmenuzaba en la leche muy caliente formando una pasta a modo de sopas). La leche podía hervirse directamente en la misma oporra utilizando para ello el mismo sistema de calentamiento mediante piedras candentes empleado para cocer la leche en el kaiku. De este modo en el interior de este ejemplar se pueden observar las marcas de la calcinación que dejaron las piedras. El desgaste es notable en esta pieza, en la que incluso se colocó un remiendo metálico a fin de poder seguir utilizándola más tiempo.

El uso de los kaikuak en la actualidad es muy restringido, y poco a poco han sido sustituidos por otros recipientes más económicos fabricados en serie. Aunque hoy en día los kaikuak se pueden seguir realizando por artesanos locales (cada vez más escasos) éstos han perdido en la mayoría de los casos la función para la que fueron creados tradicionalmente, comercializándose sobretodo con una finalidad decorativa o bien para servir típicos postres lácteos de la zona como las cuajadas en algunos restaurantes de “ambiente rústico”.

CHD

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