Número de inventario: 98386. Ayuntamiento de Muras (Lugo).
Madera. 47 x 26 x 5,5 cm.
Las trabas pueden tener una variada gama de formas y su función consiste en limitar la movilidad de las caballerías cuando pastan fuera de los momentos de trabajo. Las normales –y más modernas– suelen ser una cadena con anillas de distinto tipo que permitan crean dos anillas en trono a las patas delanteras del animal, que sean de fácil anudado y desanudado. La traba también puede ser una cuerda de cierta longitud que se ata a un palo que se clava en el suelo y en torno del cual pueda girar o un simple madero colocado en la pata y fijado mediante un pasador, como ocurre en la pieza nº 98386.
También se recurre a otro tipo de trabas, con otro tipo de animales, como un palo colgando del cuello de las vacas, cuando el animal es excesivamente revoltoso o saltarín. O, simplemente, el atar una simple cuerda entre el cuello –o el cuerno– y la pata del animal es suficiente para dificultar su marcha. El impedir que pueda campar a sus anchas, dificultando sus movimientos normales, es el objetivo que se busca con la intención de evitar que se meta en problemas o se aleje excesivamente de la persona que le controla o del lugar donde se le deja pastando. Esta actitud restrictiva hacia la movilidad de los animales, dirigida a que no se alejen de la zona en donde se les ha dejado y a impedir que invadan campos ajenos, causando destrozos en ellos, tiene su mira puesta tanto en los perjuicios de pérdida de tiempo en la búsqueda, como en los trastornos económicos que acarrearía la invasión de zonas cultivadas. Una realidad que se constata en las sanciones que estipulan multitud de Ordenanzas locales, como consecuencia de los destrozos que producen los animales sueltos en los campos ajenos.
La pieza nº 98386 ha sido donada por Luis Higinio Flores Rivas.
JLMC