Año de inscripción: 1997
El Comité de Patrimonio Mundial decidió inscribir este bien al considerar las minas de oro de las Médulas como un ejemplo sobresaliente de la innovadora tecnología romana, en la que todos los elementos del paisaje antiguo, tanto industrial como doméstico, han sobrevivido en un grado excepcional.
Las Médulas fue la mayor mina a cielo abierto de todo el Imperio Romano. Su escala, el número de vestigios y el grado de conservación del conjunto lo convierten en un ejemplo excepcional de la minería antigua. En ella se conservan restos de cada una de las fases de esta actividad económica, los desmontes mineros producidos alcanzaron 3 kilómetros de extensión máxima y más de 100 metros de profundidad y la infraestructura hidraúlica llegó a crear 325 kilómetros de canalización excavada en la roca. El sistema más espectacular empleado en Las Médulas fue el que Plinio El Viejo denominó “ruina montium”, es decir, “el derrumbe de los montes”. Con esta técnica, que se aplicó para alcanzar de una sola vez los niveles que poseían más oro, los romanos derrumbaron grandes masas de conglomerado empleando el agua almacenada en grandes depósitos y echándola a presión a través de una red de túneles construidos para tal fin.
Pero el valor de Las Médulas va más allá de los monumentales restos de la minería de oro romana conservados. Es el producto de los cambios históricos que esa explotación implicó, convirtiéndose en un hito en la historiografía minera que muestra la impresionante tecnología romana y la consiguiente transformación del territorio. Su importancia radica por tanto en su significación histórica, económica, social y ecológica. Supuso un cambio en la explotación de los recursos y en las formas de vida de las comunidades locales durante la Antigüedad, y muestra la profunda transformación que produjo la minería de oro romana en las comunidades que habitaban la zona. En Las Médulas es posible comprender sobre el terreno la interacción entre las comunidades humanas y los recursos naturales que explotaron, así como las relaciones sociales en las que esa explotación se desarrolló. Además, estos cambios dieron una nueva articulación al territorio: se crearon nuevas vías de acceso, cauces de agua y cultivos que han pervivido hasta hoy en día. Las Médulas es el resultado de la intervención romana en un territorio a lo largo de dos siglos y de los cambios experimentados en ese territorio hasta la actualidad.