Año de inscripción: 1984Salto de línea Año de ampliación: 1994
La actual mezquita catedral de Córdoba, crisol de las diferentes culturas que a lo largo de los siglos han modificado la construcción inicial, fue declarada Patrimonio Mundial en 1984. Esta obra maestra del mundo árabe, edificada sobre una anterior basílica visigoda, puso de manifiesto el conocimiento técnico de la época. Aunque con influencias de la mezquita de Damasco, las soluciones utilizadas resultaron revolucionarias en la época gracias a nuevas formas de construir que permitieron el reaprovechamiento de materiales ya existentes para conseguir los fines buscados. El resultado es un auténtico bosque de columnas en las que se apoyan arcos en los que se alternan dovelas blancas y rojas. A lo largo del califato Omeya sufrió numerosas modificaciones y ampliaciones, como la llevada a cabo por Almanzor. Tras la expulsión de los moriscos en el siglo XIII, este edificio se convirtió en catedral cristiana, y se procedió a la construcción de una nueva nave central en fuerte contraste con el resto del edificio.
Estos cambios que manifiesta la construcción, testigos sin igual de la historia del lugar, con sus arquerías islámicas, los mosaicos bizantinos del mihrab, el mudéjar de la Puerta del Perdón y el renacentista del crucero, dan cuenta del valor universal excepcional del monumento.
Pero no sólo la Mezquita es ejemplo de este fenómeno, también lo es el entorno urbano que la rodea, reflejo de un proceso continuado a lo largo de siglos de ocupación de diferentes culturas (romana, visigótica, islámica, judía y cristiana). Por ello, en 1994 se amplió el área declarada Patrimonio Mundial, incluyendo el barrio de San Basilio con su trazado irregular de calles estrechas, el Puente Romano sobre el río Guadalquivir, la Torre de Calahorra, el Alcázar de los Reyes Cristianos, el Palacio Episcopal, el antiguo Hospital de San Sebastián, la Sinagoga, los Baños Califales, las Termas de Téllez o las de la Alegría. Además de esta riqueza monumental, destaca su arquitectura residencial, cuyo mejor exponente son las “casas-patio” típicamente cordobesas, de origen romano y reinterpretadas por la cultura islámica.
El conjunto declarado resultante de esta ampliación ofrece un ejemplo de singularidad artística y arquitectónica de irremplazables valores urbanos, paisajísticos y ambientales indispensables para interpretar y comprender la Mezquita de Córdoba.Salto de línea