El Palacio de Knossos, con sus 17.000 metros cuadrados construidos, constituye el principal de los palacios minoicos de Creta y en el que se ha querido ver la sede del mítico rey Minos. La civilización Minoica es una de las primeras civilizaciones nacidas en Europa y tuvo una gran influencia en toda el área del Mediterráneo. Se piensa que dicha civilización desapareció bruscamente en torno al 1500 a.C. debido a la erupción del volcán de la isla de Thera de cuyas devastadoras repercusiones solo se salvó Knossos. A principios del s.XX, sir Arthur Evans descubrió la ciudad de Knossos y con ello toda la información referente al toro y el laberinto, tema repetido en la cultura occidental y que tiene sus orígenes en tal hallazgo. La carencia de murallas tanto en el palacio como en toda la isla hace pensar que la civilización minoica vivió en paz hasta su desaparición. El palacio es un fiel reflejo del tipo de arquitectura mediterránea cuyas líneas generales se mantienen aún vivas en casi todas las costas bañadas por las mismas aguas.