El Castillo de Cerveny Kamen es el mejor testimonio que resta de la Compañía Thurzo-Fugger, una de las más importantes empresas dedicadas a la explotación del cobre en la Europa de la época (1494/5-1526). Gracias al inmenso complejo de factorías de tratamiento de mineral, la eficiente organización de la producción, una vasta red de almacenes y un sistema avanzado de contabilidad, esta compañía fue uno de los mayores exponentes del capitalismo primitivo del sector minero-metalúrgico de Europa. La compañía, que exportaba mineral a las ciudades alemanas, polacas, italianas y holandesas, explotaba el cobre de la antigua Hungría y fue uno de los mayores productores de cobre del mundo. La vasta fortaleza, con sus enormes almacenes, refleja la dimensión de la Compañía Thurzo-Fugger y no tuvo parangón en su época, siendo el primer centro dedicado a esos fines de la Europa Central.