Es un yacimiento arqueológico de especial significado, ubicado en la bahía de Burgas, ciudad búlgara situada en una zona privilegiada de los Balcanes y en la costa del Mar Negro, lugar de contacto entre las culturas asiáticas y europeas. Su importancia radica en la cantidad, calidad y diversidad de los restos arqueológicos encontrados. Evidencian la ocupación continuada de este asentamiento desde la Época del Bronce hasta el siglo XIV, incluyendo turbulentos períodos de transición. Simboliza la creación y crecimiento de Bulgaria como nación y, por otro lado, la vincula con la identidad común europea a través de un pasado común.