Cualquiera que sea su categoría, cada sitio deberá cumplir los mismos criterios, seguir el mismo procedimiento de obtención del Sello y ser evaluado periódicamente por un comité europeo de expertos independientes.
De esta forma, se busca garantizar que los sitios galardonados con el Sello de Patrimonio Europeo sean accesibles para un amplio público, y sobre todo dinámicos.