La labor de los centros oficiales de arqueología subacuática es la de gestionar el patrimonio sumergido de las respectivas Comunidades.
En noviembre de 2008 se inaugura el Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQVA), uno de los primeros museos del mundo dedicado a esta disciplina y que recoge en su discurso museográfico la Convención de la UNESCO para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Subacuático. Surge como institución responsable de dar a conocer a la ciudadanía el Patrimonio Cultural Subacuático, promover su conservación y, en consecuencia, su acrecentamiento para su uso y disfrute.
En los años 90 se crearon Centros oficiales de arqueología subacuática en Cataluña (1992), Comunidad Valenciana (1996) y Andalucía (1997). La labor de estos centros es la de gestionar, proteger, investigar y divulgar el patrimonio histórico sumergido en el litoral de las Comunidades a las que pertenecen.
La Generalitat de Catalunya creó en 1992 el Centro de Arqueología Subacuática de Cataluña (CASC) y le encomendó como misiones el inventario, la protección, la conservación, el estudio y la difusión del patrimonio arqueológico de Cataluña que se encuentra sumergido en aguas costeras e interiores.
La Comunidad Autónoma Valenciana comenzó a principios de los años 90, a través de su Consejería de Cultura, a intervenir en los trabajos relativos al patrimonio sumergido. Se creó el Centre de d’Arqueologia Subaquàtica de la Generalitat Valenciana, que tiene su sede en Puerto de Burriana (Castellón).
El Centro de Arqueología Subacuática (CAS) dependiente del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico ( IAPH) tiene su sede en Cádiz, en el Balneario de la Palma y el Real, edificio construido en 1.924 - 26 y rehabilitado para este fin.
Su campo de actuación se centra en la investigación del Patrimonio Arqueológico Subacuático (PAS) existente en el territorio andaluz, a través de la documentación, intervención, conservación y restauración.