Nombres propios
Fotografía. Henry Hall Baily (1866-1876). MNA
Reinas y princesas como María Antonieta, Margarita de Borbón-Parma o Isabel II, emperatrices como Livia o Popea Sabina, heroínas como Agustina de Aragón, escritoras como Concepción Arenal, artistas como Juana Francés, cantantes como Faustina Hasse-Bordoni, supervivientes como Trugernanner o santas como Teresa o Librada, ejemplifican a muchas mujeres que nacieron acaso en momentos equivocados de épocas diversas, y que a pesar de ello lograron pasar a la Historia con nombre propio por su valentía, su torpeza, su grandeza, su ingenio, su iniciativa, su determinación, su infortunio, su ambición, su generosidad o por el triste final de sus días.
Frente a ellas, mujeres como Mustaq, una de las esposas de Abd al-Rahman III, entre otras que nacieron en el seno de culturas que reservaban a determinadas mujeres funciones de relevancia o ciertos privilegios, o como Clotilde García del Castillo, que representa a aquellas otras cuyos actos les valieron el respeto de todos, en su caso haciendo posible la creación del Museo Sorolla.
En definitiva, esta sección recoge piezas que, de uno u otro modo, nos hablan de la vida o de la muerte de una serie de mujeres luchadoras, decididas, ambiciosas, generosas, soñadoras, cuyas vidas transcurrieron a través de momentos históricos, a menudo convulsos y turbulentos, que marcaron decisivamente su existencia y la de las personas que en su entorno más próximo compartieron su periplo vital y que, por lo común, les obligaron a abrirse paso siempre con dificultad en lo que sin duda puede ser calificado como un mundo de hombres.
Les invitamos a acompañarnos en este apasionante recorrido por algunos de los momentos más eminentes en las vidas de estas notables mujeres. Reflejados en las piezas aquí seleccionadas, seremos testigos de fenómenos y acontecimientos tan llamativos e históricamente relevantes como, entre otros, la muerte atroz de María Antonieta, el desventurado y convulso reinado de Isabel II, la sagacidad de algunas emperatrices romanas, la inquebrantable vocación artística y literaria de mujeres como Faustina Hasse-Bordini o Concepción Arenal, la iniciativa y el tesón de Joaquina Eguaras, el generoso regalo de Clotilde García del Castillo a los españoles o la sublime espiritualidad y la desinteresada entrega de santas como Teresa o Eustaquia.
