Ramiro de Maeztu y Whitney, fue uno de los pensadores más representativos de la «Generación del 98». Su producción intelectual abarcó diferentes campos como el periodismo, el ensayo, la literatura, la política y la diplomacia.
Nació en Vitoria en 1875, el mismo año que comenzaba en España el período conocido como Restauración . De familia acomodada y con una próspera situación, gracias a los negocios en la industria azucarera de su abuelo en Cuba, recibió una sólida formación. Poco tiempo después, la fortuna familiar cambió de signo, y Maeztu se vio obligado a abandonar sus estudios, demostrando su gran capacidad para formarse como autodidacta.
Los inicios de su juventud, en 1891, los pasó en Cuba, donde trabajó en un ingenio azucarero y en diversos oficios, entre ellos el de lector en una fábrica de tabacos. Hacia 1894 regresa a España por motivos de salud. Inició su carrera como periodista en El Porvenir Vascongado.
Llega a Madrid en 1897, ejerciendo como periodista, una profesión alejada del mundo académico, muy conectada con el mundo de las tertulias en los cafés, el ambiente propicio para conectar de manera inmediata con la actualidad del momento, en un contexto que le permitiría apuntalar su pensamiento crítico con la coyuntura política y social española. Su pluma tendrá acomodo en diversos medios periodísticos de relevancia como el Heraldo de Madrid , Nuevo Mundo
, La Correspondencia de España
, El Imparcial, El País, El Sol, entre otras publicaciones.
El impacto del 98 fue recogido por grandes figuras del pensamiento y la literatura del momento. Maeztu, junto a escritores de la talla de Azorín y Baroja
. Siguiendo el espíritu regeneracionista de Joaquín Costa
y Unamuno
, Ramiro de Maeztu creía en la necesidad de dejar atrás un estado parasitario, sin capacidad para administrar y gobernar un país asolado por los desastres de la guerra en sus antiguas colonias.
La realidad social y las circunstancias que atravesaban España en ese momento, influyeron de manera decisiva en el pensamiento crítico de Maeztu, acercándose incluso a las corrientes socialistas en un primer momento. Tras una estancia en Londres, como corresponsal del diario La Correspondencia de España , conocerá en primera persona el cambio en el Partido Liberal, y el ascenso de un nuevo liberalismo de carácter social, aspecto este que marcará su pensamiento: la transformación del sistema liberal a través de la alianza entre los intelectuales, trabajadores y clases medias. Una alianza fundamentada en una mayor inversión en educación, servicios públicos y salarios dignos, gravando fiscalmente a las grandes fortunas.
Su paso por la Universidad de Manburgo (Alemania) y sus contactos con las corrientes neokantianas, determinaron su concepción de un mundo más realista, alejado ya del pesimismo noventayochista. Al volver a Madrid, con la crisis de la Gran Guerra, entre 1914 y 1917 se aleja de las posturas del liberalismo social, publicando obras como La crisis del humanismo , una crítica a la modernidad.
Entre 1923 y 1930, los años de la dictadura de Primo de Rivera , interviene en diferentes publicaciones que reflejan la evolución de su pensamiento. En 1927 viaja a Estados Unidos, testigo del crack de 1929 como muestra en su obra El sentido reverencial del dinero, donde sostiene que la regeneración en España será posible gracias a un equilibrio entre catolicismo y capitalismo, una nueva ética basada en la combinación de esfuerzo y trabajo personal con el fin de conseguir una sociedad más próspera en la que tendrán un papel fundamental las clases medias.
Con el advenimiento de la República (1931-1933) y tras su paso como embajador en Argentina, fundará la Sociedad Acción Cultural Española, de signo monárquico, participando en la revista de esta asociación: Acción española . Maeztu será detenido y encarcelado por este hecho. Entre 1932 y 1935 formará para de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas
.
En las elecciones de 1933 presentará su acta como diputado en representación de la derecha monárquica; sus diversas intervenciones en contra de los avances del socialismo revolucionario le costarían la vida posteriormente. En otoño de 1936, tras su paso por la cárcel de Ventas en Madrid, es fusilado en una de las sacas realizadas por agentes del Comité Provincial de Investigación Pública (CPIP), en las afueras de Madrid, en Aravaca.