Pintora, escultura y profesora española. La historia de Adela Ginés Ortiz es un testimonio inspirador de una mujer que desafió las expectativas de su época y dejó una huella perdurable en la sociedad a pesar de los obstáculos que enfrentó.
Nació en 1846 en Madrid. Hija de Saturnino Ginés Vallés, de origen manchego y de Gala Ortiz Berrendero, familia acomodada de ganaderos de La Mancha, estrechamente unida a la aristocracia e, incluso, a la familia Real.
Adela Ginés Ortiz fue una de las primeras mujeres matriculadas en la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado de Madrid, en la que asistió a las clases del catedrático de paisaje, Carlos de Haes y al estudio de Sebastián Gessa , con quien se especializó en pintura de bodegones y flores.
Fue profesora en la Asociación para la Enseñanza de la Mujer, creada por el pedagogo Fernando de Castro y en la que impartió clases de pintura y dibujo durante 20 años. También fue profesora de dibujo y pintura en la Escuela Normal Central de Magisterio de Madrid y profesora ayudante en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid.
Ya con treinta y cuatro años debutó en la Exposición Nacional de 1881 y desde ese momento se presentó con asiduidad a las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes. Consiguió mención honorífica en 1887 y 1895, en la especialidad de pintura, en 1892 en escultura y tercera medalla en 1895 y 1899, también en escultura.
También obtuvo tercera medalla en 1897 en la especialidad de pintura, con el óleo Un presidio suelto, y en 1901 con el cuadro Casa de vecindad, galardón que repitió en 1912. Por último, en 1899 obtuvo una mención honorífica en la Exposición Universal de París.
A comienzos del siglo XX se trasladó a vivir a San San Agustín del Guadalix con su compañero sentimental, Sebastián Gessa , y allí falleció a los 71 años, en abril de 1918.
Adela Ginés Ortiz fue una figura notable que dedicó parte de su vida a la educación de las mujeres en un momento en que tales esfuerzos eran revolucionarios. Su legado perdura como un recordatorio de la importancia de la igualdad de género y la valentía necesaria para luchar por ella.
En el Archivo General de la Administración (AGA) se conserva su expediente personal.