Para celebrar el # Día de las Escritoras vamos a dedicar nuestro destacado del mes de octubre a la figura de la célebre poetisa y escritora novohispana sor Juana Inés de la Cruz , una de las autoras más importantes del Siglo de Oro español.
Nacida en México como Juana de Asbaje o Asuaje, fue hija de Isabel Ramírez de Santillana y Pedro de Asuaje , que habían llegado a Nueva España, ellos o sus antepasados, procedentes de España.
Aunque han sido muchas las dudas que han surgido sobre ciertos aspectos de su vida, como su fecha de nacimiento, o su genealogía, las investigaciones que se han desarrollado en los últimos años han permitido encontrar un sustento documental para poder narrar las circunstancias vitales de la escritora. Tanto los archivos mexicanos como el Archivo General de Indias de Sevilla, han sido esenciales para esa reconstrucción y, así, sin duda, el documento que certifica el paso de su padre, Pedro de Asuaje, cuando apenas tenía diez años a Indias, ha sido fundamental para conocer con precisión los orígenes de la escritora.
Pocas son las noticias sobre la infancia de la escritora junto a su madre y sus hermanas. Más conocimiento sobre su devenir posterior lo tenemos gracias a la participación de la joven Juana en la vida de la corte virreinal novohispana. Fue en tiempos del virreinato del marqués de Mancera cuando Juana se incorporó a este particular círculo como parte del séquito de su esposa la virreina, marquesa Leonor María de Carreto . A principios de la centuria, en 1603, el marqués de Montesclaros recibió la recomendación por parte del presidente del Consejo de Indias, Pablo de la Laguna , de incorporar a mujeres nacidas en México para nutrir el cortejo de los virreyes. Por ello, Juana de Asuaje pudo disfrutar de una experiencia que marcaría su devenir futuro y de la que no se desvincularía al tomar la pluma, ya que muchas de las loas, sonetos y otras composiciones suyas tuvieron como destinatarios a dicha corte virreinal y a los reyes a los que representaban.
Tras un primer intento de profesar con las carmelitas, los problemas de salud de sor Juana Inés harán que ingrese en el convento de San Jerónimo donde pasará el resto de su vida y donde dio alas a su actividad creadora y literaria.
Si la relación con la virreina Carreto había sido importante, más lo será la que entablará con su sucesora, María Luisa Manrique de Lara , condesa de Paredes de Nava, por derecho propio, y marquesa de Laguna por matrimonio. La nueva virreina dejará en algunos de sus escritos la impresión que le había causado la joven religiosa ponderando de manera muy positiva sus cualidades y capacidades literarias. Y además de ser receptora de varios sonetos y composiciones poéticas, la condesa de Paredes cumplió un papel esencial en la propagación del genio literario de sor Juana Inés al promover la publicación en España de su Inundación Castálida. Los versos de la poetisa novohispana atravesaron así un océano y calaron entre el público lector peninsular. Por ello, en los años siguientes, no serán pocos los editores que apuesten por seguir editando las obras de la religiosa jerónima.
Igualmente, no podemos pasar por alto la relación estrecha que mantuvo sor Juana Inés de la Cruz con otros personajes importantes en la escena religiosa de México en el siglo XVII. Contó, así, con la protección y admiración de fray Payo Enríquez de Ribera , arzobispo y virrey de la Nueva España. Un hecho que no se repitió con otros religiosos, como queda demostrado por las duras críticas que contra la monja jerónima profirió Francisco Aguiar Seijas Ulloa , también arzobispo de México.
Muy importante también, fue la relación con el que fue su confesor durante muchos años, Antonio Núñez de Miranda, y con quien a la postre mantuvo una pugna intelectual que acabó con su relación. Igualmente importante fue, en este sentido, el intercambio filosófico con el obispo de Puebla, Manuel Fernández de Santa Cruz Sahagún , que cristalizó en sendas obras: la Carta Athenagorica, publicada sin permiso de la monja y donde defendía las cualidades del intelecto femenino, así como la Respuesta a Sor Filotea, que es uno de los escritos autobiográficos más importantes para conocer la figura de sor Juana Inés. Y por último no queremos olvidar el hecho de que Sor Juana es una de las personas del círculo en el que se movió Carlos Sigüenza de Góngora , cosmógrafo y escritor, además de sobrino del poeta Luis de Góngora.