La noche del 2 de mayo, el mariscal francés Joaquín Murat , ante la situación vivida ese mismo día, creó una comisión presidida por el General Grouchy, se estableció la pena de muerte para todos aquellos capturados portando armas de cualquier tipo.
Ese mismo día 2 de mayo, se llevaron a cabo toda una serie de fusilamientos, quizás menos conocidos, a lo largo de la ciudad de Madrid. Ejemplos son los fusilamientos que se sucedieron en el Paseo del Prado , Cibeles y Recoletos , a los que se unirían los de la madrugada del 3 de mayo en la Montaña del Príncipe Pío y en el Retiro .
Cientos de prisioneros fueron ejecutados al día siguiente, el 3 de mayo de 1808. En la Montaña de Príncipe Pío, (Monte Pío por aquel entonces), se fusilaron en la madrugada del 3 de mayo a cuarenta y tres detenidos. Casi dos semanas después los cadáveres son trasladados y enterrados en el camposanto de La Florida, un discreto lugar de enterramiento que había servido desde 1796 como "cementerio" para los empleados del Palacio Real .
En Moncloa son fusilados todos aquellos que había sido apresados con armas en la mano. Ese mismo día Andrés Torrejón, alcalde de Móstoles, declara la guerra a los franceses.
Los alcaldes de Móstoles Andrés Torrejón y Simón Hernández, fueron los primeros en declarar abiertamente la guerra contra los franceses y su disconformidad ante la invasión extranjera. Firmaron un bando en el que proclamaban la alerta de la situación que se estaba viviendo en Madrid y de la consecuente toma de la ciudad por parte de las tropas napoleónicas. El objetivo principal era hacer un llamamiento de auxilio de la capital al resto de pueblos, principalmente aquellos que unían Madrid con Badajoz, así como dar a conocer la situación que allí se estaba viviendo.
A esta iniciativa se unió el alcalde mayor de Navalcarnero que remitió un oficio complementario al bando. Invitaba a la movilización de las autoridades civiles y militares de las poblaciones situadas igualmente en torno al camino real que conducía a Extremadura. El rápido envío de la información sobre la situación que se estaba viviendo en la capital, permitió que las noticias llegasen en poco tiempo tanto a Extremadura como a Andalucía que rápidamente se unieron a los levantamientos.
Se sucedieron levantamientos en muchas ciudades, siguiendo el ejemplo de Madrid, que culminarían con la formación de varias juntas. Pero fueron movimientos populares sin apenas planteamiento previo, igual que había pasado en Madrid, acabaron por no tener el resultado que se esperaba y por tanto, fueron revueltas rápidamente sofocadas.