Profesora y escritora española, exiliada en México. Esposa del dramaturgo Álvaro Custodio con el que colabora en la escenografía teatral.
Al final de la Guerra Civil, el matrimonio, junto a su hija Isabel Custodio (Isabel Muñoz Richart), se exilia primero en Francia y de allí, a América. Tras pasar brevemente por la República Dominicana (1940-1941), se establecieron en Cuba y en 1944 marchan a México.
En Cuba había conocido a Fidel Castro y su hija Isabel mantendrá una relación de amistad con el dirigente cubano. Trabaja en el teatro Can-Can. En México, escribirá en la revista Excélsior y colabora en programas radiofónicos como asesora de belleza femenina.
En 1973 regresará a España definitivamente viviendo en Madrid.