Hace 50 años, el 19 de octubre de 1970, moría Lázaro Cárdenas del Río, quien fuera presidente de México entre 1934 y 1940. Había nacido en 1895, en el municipio de Jiquilpan, en el Estado de Michoacán, y desde 1913 se unió a la Revolución mexicana, llegando a obtener, catorce años más tarde, el grado de General de División.
En 1928 llegó a ser gobernador de Michoacán. Tras convertirse en presidente del Partido Nacional Revolucionario, ganó las elecciones a la Presidencia de la República mexicana en 1934, sustituyendo a Abelardo L. Rodríguez y manteniéndose en el cargo hasta 1940. Siguió formando parte del gabinete de su sucesor, Manuel Ávila Camacho, ocupando el puesto de Secretario de la Defensa durante los años de la Segunda Guerra Mundial.
Yo creo,mi general, que ha gobernado usted seis años el gran caserón de México con el aire de los grandes mayordomos que tienen como lema: “No importa errar en lo menos, si se acierta en lo esencial (León Felipe. Homenaje al General de División Lázaro Cárdenas. P. 75)
Durante su mandato se abordaron una serie de mejoras sociales, impulsando la reforma agraria, con la creación del "ejido" como nuevo sistema de tenencia comunal de la tierra, y se tomaron medidas como la expropiación petrolera, anunciada por él mismo en discurso de 18 de marzo de 1938. Fundó instituciones como el Instituto Nacional de Antropología e Historia y auspició el Primer Congreso Indigenista Interamericano, promoviendo igualmente una reorganización de las organizaciones sindicales
Pero en España es sobre todo recordado por el apoyo a la causa republicana durante la Guerra Civil española y la acogida dispensada a los exiliados tras la derrota de 1939, siendo México uno de los pocos países que no se adhirió al pacto de No Intervención.
Sus decisiones tuvieron repercusión internacional y Cárdenas procuró exponer sus argumentos más allá de las fronteras mexicanas, creando para ello en 1937 el Departamento Autónomo de Prensa y Publicidad (DAPP), que llevó a cabo una labor editora para difundir su política tanto en el interior como en el exterior, a través de folletos versionados en varios idiomas así como de diferentes publicaciones periódicas especializadas en los diversos ámbitos de actuación (educación, industria, agricultura...). Gran parte de esas publicaciones se pueden consultar en la biblioteca del Centro Documental de la Memoria Histórica; proceden de las requisas que los servicios de recuperación documental franquistas efectuaron en las diferentes sedes de la España republicana y son prueba las buenas relaciones de ésta con la política cardenista (CCBAE)
La verdad es que Lázaro Cárdenas sí fue un tutor nuestro muy fiel y muy constante, porque cuando dejó la presidencia siguió siempre tendiendo la mano a cualquiera de nosotros que estuviera en un apuro: eso es una verdad como una casa, y lo mismo su esposa, doña Amalia; y por eso todos los niños de Morelia, muy sinceramente, sienten un gran respeto por la figura de Lázaro Cárdenas. (Témoignage d'exil : Francisco González Aramburu. 2004)
Uno de los acontecimientos más publicitados, ocurrido en plena Guerra Civil, fue el traslado de 456 niños refugiados españoles a México. Los conocidos como "Niños de Morelia". Durante el desarrollo del conflicto hubo una serie de iniciativas para apartar a la población infantil de las dramáticas circunstancias que les rodeaban, trasladando a los niños tanto a otras zonas de España que se consideraban más seguras, como al extranjero. Fueron medidas planteadas con carácter urgente y transitorio pero que en muchos casos provocaron un desarraigo definitivo.
En México se constituyó un Comité de Ayuda a los Niños del Pueblo Español, presidido por María de los Ángeles de Chávez Orozco y entre cuyos miembros de honor figuraba la propia esposa del presidente, Amalia Solórzano. Las gestiones permitieron organizar una expedición de niños, reunidos en Barcelona, que partió desde Burdeos a finales de mayo de 1937, a bordo del barco Mexique, y llegó a Veracruz el 7 de junio de 1937. El boletín que el propio Comité editó en esos meses da noticias del hecho, ilustra la calurosa acogida en el puerto mexicano, y reproduce con sus rúbricas el documento oficial de entrega de los niños por parte del Comité a la Escuela Industrial "España-México", ubicada en la ciudad de Morelia, donde finalmente quedaron alojados (Ayuda: boletín del Comité).
La trayectoria vital de estos niños y niñas refugiados a partir de su estancia en Morelia es muy diversa. Algunos nos han dejado testimonios escritos de sus experiencias, como Francisco González Aramburu, que llegó a ser profesor de universidad y traductor. En 2004, el cineasta Juan Pablo Villaseñor realizó un documental entrevistando a los seis únicos refugiados que seguían viviendo en Morelia.
El derrumbe definitivo de la España republicana en 1939 llevó fuera de las fronteras a una marea humana, que inundó las carreteras como un dique roto (Arturo Barea), provocando en muchas ocasiones incomprensión y miedo en los países vecinos. Frente a esto, la disposición positiva de Cárdenas a la recepción de los exiliados está en consonancia con las buenas relaciones mantenidas entre el gobierno mexicano y la República española. Dentro de esa actitud de solidaridad activa jugó un importante papel también la influencia ejercida por los diplomáticos mexicanos como Narciso Bassols, Luis Ignacio R. Taboada o Gilberto Bosques, encargados de gestionar su traslado al Nuevo Mundo.
La primera expedición llegó al puerto de Veracruz en junio de 1939 a bordo del vapor Sinaia. Días después lo hacía la segunda expedición en el barco Ipanema. A ellos le siguieron el Mexique, Flandre, Serpa Pinto y Nyasa. Se calcula en torno a 25.000 los exiliados que fueron acogidos en México.
La presencia de los refugiados españoles contó con el apoyo decidido de Cárdenas, teniendo a veces que defenderse de la opinión contraria de sus adversarios políticos. El general Antolín Piña Soria contraargumentó en una publicación esas posiciones opuestas a la permanencia de republicanos españoles en territorio mexicano (El Presidente Cardenas y la inmigración de españoles republicanos).
Finalmente, la hospitalidad mexicana permitió que los republicanos españoles pudieran rehacer sus vidas, a la vez que contribuyeron en la medida de sus posibilidades al desarrollo del país de acogida. José Gaos llegó a utilizar el término de transterrados para representar la cercanía de la cultura que encontraron. También se mantuvo como el epicentro político de las instituciones republicanas que permanecieron en el exilio, al menos hasta que Francia fue liberada al final de la Segunda Guerra Mundial.
Desde sus días en la presidencia y a lo largo del tiempo se han venido efectuando actos de agradecimiento al expresidente mexicano y al país de acogida, que han mantenido vivo su recuerdo. Ya en 1938, por iniciativa de los antiguos redactores del diario barcelonés La Lucha, se editó un álbum dedicado a México, en el que diversos escritores presentaban desde distintos puntos de vista una semblanza de su persona.
En 1940, el año en el que el general dejó el poder, la Junta de Auxilio a los Republicanos Españoles le entregó un álbum con los testimonios de gratitud expresados por personalidades representativas del exilio español, que posteriormente fueron publicados (Homenaje al General Cárdenas).
El 14 de abril de 1957 la emigración republicana española le rindió un homenaje de gratitud y afecto que tuvo lugar en el cine "Florida" de la ciudad de México. Al acto, además del homenajeado y su mujer, Amalia Solórzano, acudieron Félix Gordón Ordás, Presidente del Consejo de Ministros del Gobierno español en el exilio, Manuel Martínez Feduchy, Encargado de Negocios de la España republicana, Dolores Rivas Cherif, viuda de Manuel Añaza, Francisco Farreras, por el gobierno catalán, Antonio de Zugadi, por el gobierno vasco, Bernardo Giner de los Ríos, Secretario de la Presidencia de la República y otras personalidades como el general Mija o el general Rafael Ávila Camacho (Homenaje de la emigración española al general Lázaro Cárdenas)
Tras la muerte de Lázaro Cárdenas, en 1970, el Centro Republicano Español de México se apresuró en promover la erección en Ciudad de México de un monumento que honrara su memoria, creándose una Comisión Pro Monumento, presidida por Jesús Bernárdez Gómez. La misión se cumplió con la inauguración de la obra escultórica el día 21 de abril de 1974, disolviéndose la Comisión creada al efecto no sin antes financiar en Jiquilpan, la ciudad natal de Cárdenas, la creación de la Escuela República Española, también en su homenaje.
En España los actos de reconocimiento se produjeron una vez desaparecido el franquismo. A principios de los años 80 Madrid dedicó una de sus plazas al general mexicano y se colocó una estatua en el Parque Norte, esculpida por Julián Martínez Soto, uno de los "niños de Morelia". En 2005 se desarrolló una semana de celebraciones para recordar al amigo de los exiliados, con la presencia de su viuda Amalia Solórzano y su hijo Cuauhtémoc Cárdenas.
Texto y maquetación: Francisco Javier Fito Manteca