Carta del patriarca armenio, David IV, a Felipe III en la que, tras hacer una proclamación de la fe católica, ofrece sus servicios para "alguna cosa secreta de materia de estado u otras cosas de importancia de Persia y Turchia".
El documento, escrito en papel de paja de arroz y en lengua armenia, muestra las relaciones entre zonas geográficas tan distantes, en las que el Mediterráneo fue ámbito natural e instrumento de mediación.