Documento de noviembre de 2022

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Juan Bautista Coluccini -Coluchini, en su hispanización-(SJ) (Lucca, 1569 – Bogotá, 1641), ingresó en la Compañía de Jesús en 1602 tras haber estudiado, no sólo Filosofía y Teología, como era habitual, sino Matemáticas. En septiembre de 1604 llegó a Bogotá.

Es probablemente más conocido, antes que por cualquier otra cosa, por su faceta de arquitecto, habiendo diseñado y dirigido la obra de la Iglesia de San Ignacio de Bogotá, templo insignia de la Compañía en aquella provincia.

Además, aprendió y estudió las lenguas indígenas Chibchá y Muisca, dejando redacciones de vocabularios de éstas, así como la composición de letra y música de canciones piadosas en dichos idiomas, todo ello en relación con su actividad pastoral, desarrollada fundamentalmente en estas comunidades.

En el ocaso de su vida, elaboró el informe que nos ocupa, en el que demuestra no sólo sus conocimientos técnicos en astronomía, sino sus dotes pedagógicas, su erudición y un temprano atisbo de una forma científica de ver el mundo, ciertamente adelantada a su tiempo.

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