La figura de Manuel Azaña es mayormente apreciada entre el público por su condición de estadista, escritor e intelectual de gran altura, especialmente en los años de la Segunda República y la Guerra Civil. Por tal razón son menos conocidas algunas otras facetas de su vida en el período anterior a su salto a la palestra de la alta política. Miembro activo del Ateneo de Madrid, fue igualmente funcionario del Ministerio de Gracia y Justicia entre 1910 y 1931.
En orden a alcanzar una estabilidad económica, Azaña preparó oposiciones para auxiliares terceros de la Dirección General de los Registros y el Notariado. Tras superar con el número uno las cuatro pruebas del proceso selectivo, por Real Orden de 27 de junio de 1910 fue nombrado auxiliar tercero, con un sueldo anual de 4.250 pesetas, iniciando una carrera funcionarial que mantendría hasta la proclamación del nuevo régimen republicano en abril de 1931.
Tras varios años en la función pública, en 1926 hubo una reforma del Ministerio de Gracia y Justicia por la que los oficiales y auxiliares de la Dirección General de los Registros y del Notariado quedaron integrados en el nuevo Cuerpo Técnico de Letrados de dicho Ministerio. De ese modo, Azaña fue promovido por Real Decreto de 6 de julio de 1926 a la plaza de oficial jefe de Sección de tercera clase del Cuerpo Técnico de Letrados del Ministerio de Gracia y Justicia, un colectivo que podría asimilarse en la actualidad al de Abogados del Estado.
En el período en el que se produce la creación de ese cuerpo, Azaña ejercía la jefatura de las Secciones Tercera y Cuarta de la Dirección General de los Registros y del Notariado, que entendía, entre otros asuntos, de Registro Civil del centro directivo, naturalizaciones, expedientes relativos a la Ley del Matrimonio Civil, dispensas de impedimentos, registro de matrimonios secretos o de conciencia, legalización de la situación jurídica del personal desaparecido en el Ejército de África, reconstitución de Registros Civiles, médicos del Registro Civil, Registros Especiales (actos de última voluntad, hipotecas legales, sociedades anónimas, etc.) y solicitudes de cambio, adición o modificación de nombres y apellidos, tal y como detalla el Reglamento de organización y distribución de servicios en la Dirección General de los Registros y del Notariado de 26 de julio de 1926.
Precisamente, en ese año están datados tres expedientes de cambio de apellidos custodiados en el fondo del Ministerio de Justicia del Archivo General de la Administración, donde Manuel Azaña interviene en calidad de jefe de la Sección Tercera, firmando en cuaderno de extractos la propuesta de resolución favorable para la modificación de apellidos solicitada por tres ciudadanos. Los tres expedientes se encuentran accesibles en el Portal de Archivos Españoles.
El Archivo General de la Administración también conserva, en la colección de imágenes de Prensa Gráfica, una fotografía del despacho de Azaña en la Dirección General de los Registros y del Notariado, en la calle de San Bernardo de Madrid, donde se aprecia la mesa y mobiliario utilizados por Azaña durante más de veinte años, antes de su inmersión total en el torbellino político de la Segunda República.