En una tradición jurídica que exige que los pleitos se hagan por escrito, quien mantiene un litigio se ve obligado a aportar todo tipo de documentación en apoyo de sus reclamaciones. Por este motivo, como piezas de prueba llegaron a este archivo documentos variadísimos en cuanto a sus formas, contenidos y épocas: desde inventarios de bienes de individuos hasta documentación mercantil, desde padrones musicales hasta dibujos de edificios y elementos arquitectónicos, desde pergaminos medievales hasta pinturas realizadas al óleo sobre lienzo.
Las "vistas de ojos" se realizaban como piezas de prueba en algunos pleitos originados por conflictos de términos. En estos casos varias autoridades y técnicos, entre ellos un escribano de la Chancillería, acudían al lugar del litigio y recorrían la zona, y un pintor elaboraba la pintura que más tarde se aportaba al pleito como pieza de prueba. El resultado de ello es un conjunto de óleos pintados sobre lienzos de gran tamaño, que forman una colección única por su singularidad.
“… para evitar esta confusión y duda y que se haga patente la verdad y formar juicio cabal para la determinación justa de este litigio que es propia del Tribunal, conviene y a Vuestra Alteza suplico se sirva mandar se haga vista ocular, reconocimiento, mapa y pintura de las rayas y sitios, expresados por peritos y expertos…”
La ejecutoria de hidalguía era el título que daba la Sala de Hijosdalgo para reconocer la condición de hidalgo del demandante. Era el certificado oficial de pertenencia al estamento nobiliario de la familia y, por tanto, solía guardarse celosamente en los archivos familiares. Pero también se aportaban como prueba en procedimientos de hidalguía posteriores, por lo que en muchas ocasiones se quedaban en el expediente del tribunal, razón por la que un buen número de ejemplares se conservan en el Archivo.
Las ejecutorias de hidalguía contienen un resumen de pleito o expediente de hidalguía, con la demanda, las pruebas y la sentencia. Según sus posibilidades económicas, el beneficiario encargaba la expedición del título en papel o pergamino y con diferente grado de decoración. Suelen tener escenas miniadas de gran belleza, en las que figuran escudos familiares y árboles genealógicos.