Un diario de la Guerra de la Independencia en la Chancillería de Valladolid

El símbolo: El Puente Mayor de Valladolid

El Puente Mayor de Valladolid se convierte en el símbolo perfecto y en el hilo argumental idóneo para hacer una pequeña muestra del contenido y la transcendencia del diario de Pedro Alcántara Basanta Nueva ventana. El Puente Mayor de Valladolid tiene sus orígenes en la Edad Media, ha sido ampliado y reconstruido en diferentes ocasiones, hasta el último gran proyecto, en cuanto a su estructura, del ingeniero Mateo Benito de 1886. En la actualidad una de sus características es que casi todos sus ojos, diez en total, son diferentes. Esta circunstancia es fruto de las diferentes necesidades, destrucciones y reconstrucciones, vicisitudes históricas que quedan grabadas en esta obra arquitectónica y que algunas de ellas son recordadas en el diario de Pedro Alcántara Basanta Nueva ventana.

El Puente es citado por Pedro Alcántara Basanta Nueva ventana en varios acontecimientos. Esta vía de comunicación se convierte en un símbolo para el relato de este testigo directo, tanto por lo que cuenta, como por lo que calla. El Puente Mayor fue el lugar de la entrada y salida de los ejércitos, fue volado por ambos bandos, también fue testigo de enfrentamientos políticos, y por él pasaron personajes, que el autor parece no querer recordar. Como testigo directo, en la memoria de Pedro Alcántara Basanta Nueva ventana quedó, el horrible estruendo de sus voladuras, y su destrucción una y otra vez. El Puente sería para el escritor aquel símbolo arquitectónico que en los años posteriores le recordaba todo lo vivido, teniendo en cuenta, además, que tardó más de una década en reconstruirse.

Foto del puente Mayor de Valladolid
Foto del puente Mayor de Valladolid

Napoleón entra por el Puente Mayor

El primer acontecimiento en el que aparece el Puente Mayor como protagonista según otro diario de la época, el de Hilarión Sancho, fue la entrada en Valladolid del Emperador Napoleón Nueva ventana a caballo el 6 de enero de 1809 por el Puente Mayor. En este caso es importante que el diario de Pedro Alcántara Basanta Nueva ventana omite este hecho, no sólo no hace ninguna alusión a esta entrada, sino tampoco a la estancia de Napoleón en Valladolid durante 11 días. Lo curioso es que tampoco Alfredo Basanta Nueva ventana hace ninguna nota aclarativa ni ninguna referencia en su edición impresa. Es cierto que el diario manuscrito tiene grandes saltos y de este año de 1809, en el que aún no vivía en la ciudad, sólo recoge el juramento en enero, sin día concreto, en la Penitencial de Jesús Nazareno por Rey de España y sus Indias a José Bonaparte, juramento al que dice que fueron obligados:

a cuya jura asistieron dos indibiduos de cada cuerpo y gremio y fueron obligados a hacerlo por el mariscal Besieres, gobernador que se hallaba en esta ciudad”.

La obra impresa de Alfredo Basanta Nueva ventanahace una nota para aclarar el día exacto del juramento, sin embargo, no cuenta tampoco que en aquel momento estaba el Emperador en Valladolid. Ambos autores tanto el del manuscrito como el de la obra impresa parecen pasar por alto deliberadamente esta estancia. Es llamativo en el caso del manuscrito porque Pedro Alcántara Basanta dedica una nota final a recordar la visita del rey Fernando VII a la ciudad en 1826, y de otras personas importantes, que ya no había recogido en su libro de curiosidades debido a sus ocupaciones diarias. Por su parte, la obra impresa está llena de notas y aclaraciones e, incluso, al final recoge algunos acontecimientos históricos ocurridos en la ciudad en ese periodo, entre los que no está la visita de Napoleón. Por eso, a pesar del “olvido” del testigo directo es interesante que Alfredo Basanta también lo omita puesto que, como relata en el prólogo al diario, era buen conocedor de otras obras y diarios que sí cuentan la entrada de Napoleón y cómo las autoridades de la Chancillería fueron a recibirlo, documentación que se conserva en el Archivo del que él mismo era director.

Fragmento del texto del diario Pulse para ampliar

Primera voladura

El diario manuscrito de Pedro Alcántara Basanta Nueva ventanadesde el juramento del rey José I hace un salto en su relato hasta el año 1812, un año fundamental para la derrota francesa. La primera salida de los franceses de Valladolid la relata el autor el 29 de julio de 1812 a las cuatro de la tarde acompañados de las autoridades nombradas por el gobierno francés. Señala que al salir volaron el Puente Mayor, algo que debió causar sensación a Pedro Alcántara porque en este caso se permite perder el rigor meramente informativo y señalar “causando un estruendo terrible al volarle”. Esta frase parece añadida con posterioridad porque la tinta es más suave y no se respeta el espaciado entre líneas del resto de la página.

Fragmento del tecto del diario Pulse para ampliar

Segunda Voladura

Los españoles e ingleses, según relata el diario de Pedro Alcántara Basanta Nueva ventana, entraron en Valladolid el 30 de julio. Las entradas y retiradas de ambos ejércitos van a ser constantes a partir de este momento. Los franceses volvieron el 14 de agosto y vuelven a salir el 7 de septiembre. Una retirada significativa, por la presión del ejército francés, fue la del ejército español el 29 de octubre de ese mismo año de 1812, de nuevo el Puente Mayor como protagonista. Cuenta el diario que los españoles volaron en su huida el Puente Mayor, al faltar el puente los franceses entraron por barco y mandaron reconstruirlo e, incluso, se ahogó en el río una de las personas que venía con el ejército francés, Pedro Oscariz, natural de Valladolid.

Otra vez los demás diarios relatan este hecho, Demetrio Martínez Martel y Abadía Nueva ventanadice que el ejército inglés, español y portugués voló otro ojo del Puente Mayor. Hilarión Sancho señala que las tropas volaron el segundo ojo del Puente Mayor para ponerse a salvo. Francisco Gallardo Nueva ventanaseñala que fue a las once de la mañana cuando salieron los ejércitos ingleses, portugueses y españoles dirigiéndose a Tudela y Puente Duero, y antes habían roto y cortado el Puente Mayor de la ciudad. Manuel Aparicio proporciona una impresionante estampa de la situación, cuenta que se cortaron los puentes y que “caminaban los ejércitos a la vista uno de otro, quedando el río por medio”. Por eso explica que los franceses entraron en barco y por la pesquera, y así se ahogó Pedro Oscariz, del partido francés.

Fragmento del texto del diario Pulse para ampliar

Destruido por tercera vez

Los franceses estaban de nuevo en la ciudad, ante la situación en la capital madrileña, el rey José Napoleón se trasladó a Valladolid el 24 de marzo de 1813 y la convirtió en la capital del reino hasta su salida, el 2 de junio. A partir de ese día empezó la retirada de la ciudad de las tropas franceses, el día 4 de junio, según el diario de Pedro Alcántara Basanta, terminaron de salir y de nuevo tiraron y quemaron las maderas con las que estaba reconstruido el Puente Mayor.

Demetrio Martínez Martel y Abadía Nueva ventanaes más explícito en su relato y dice que los franceses marcharon por el puente y que echaron abajo el armamento de vigas “con que estaba compuesto el ojo del puente más inmediato a la entrada por la parte de San Nicolás”. Hilarión Sancho dice que todos los franceses se fueron por la mañana y quemaron las maderas con las que se había habilitado el paso del Puente Mayor, “por los dos ojos arruinados”. Francisco Gallardo Nueva ventana, además del hecho, da más datos de lo que significaba para la ciudad el corte de esta vía de comunicación y señala que esa misma tarde se empezó a reconstruir y el día 5 por la mañana una barca que se había construido para diversión del rey José se utilizó para pasar pan y otros utensilios de pueblos y vecinos de fuera del Puente. Manuel Aparicio dice que los franceses salieron “cortando el Puente Mayor otra vez”.

Fragmento del texto del diario Pulse para ampliar

Testigo de enfrentamientos

La salida de los franceses significó para Valladolid y para el resto de España el comienzo del enfrentamiento político. Estaba vigente el régimen constitucional y tras la salida de los franceses tienen lugar en Valladolid las elecciones a diputados. Es simbólico lo ocurrido con la placa del nombre de la Plaza de la Constitución de Valladolid. En todas las ciudades se había ordenado colocar una placa que diera nombre a la plaza como Plaza de la Constitución. En Valladolid esto tuvo lugar el 14 de octubre de 1813, cumpleaños del Rey Fernando VII, y Pedro Alcántara Basanta lo relata en su diario. Es significativa la frase final del autor cuando describe el momento en el que se retira el terciopelo y se descubre la placa y dice que “hubo vivas y aclamación que mandó hacer al pueblo el Ayuntamiento Constitucional”. El diario de Francisco Gallardo Nueva ventanatambién cuenta la colocación de la placa, aunque el título del párrafo es el cumpleaños del Rey Fernando VII.

El contexto político posterior fue la vuelta del Rey Fernando VII y su decisión de no acatar la Constitución. Las noticias llegaron a Valladolid y el 12 de mayo de 1814 tuvo lugar un suceso con la placa como protagonista y, de nuevo, el Puente Mayor como testigo. Cuenta Pedro Alcántara Basanta que el día 12 de mayo de 1814 a las seis de la tarde se alborotó un “número crecido de habitantes de esta ciudad”, después de apoderarse de los fusiles de la guardia, arrancaron la placa de la Constitución y pusieron el retrato del rey Fernando VII. Señala que arrastraron la placa por las calles, la intentaron quemar en la Plaza Mayor y como era de hierro no pudieron y la tiraron al río por el Puente Mayor.

Francisco Gallardo Nueva ventanaañade que, además, quemaron un ejemplar de la Constitución. Demetrio Martínez Martel y Abadía Nueva ventana también cuenta que la tiraron al río y que “la Constitución también fue destrozada y reducida a mil pedazos y que muchas mujeres hacían añicos con los dientes las hojas”. Manuel Aparicio relata lo sucedido con la plaza y que las reliquias fueron echadas al río.

Fragmento del texto del diario Pulse para ampliar

El diario de Pedro Alcántara Basanta Nueva ventana continúa con acontecimientos de la ciudad hasta 1831, años convulsos, de cambios y enfrentamientos, años también de vida, celebraciones y fiestas en la ciudad. El símbolo del Puente Mayor es sólo una pequeña muestra de cómo la historia, además de las fuentes documentales, se puede leer a través de estos diarios, entre lo archivístico y lo bibliográfico, pero también a través de la arquitectura, en este caso de un puente, y las huellas que el pasado dejó en la fisionomía de la ciudad.

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