Durante la Primera Guerra Mundial, España declaró su neutralidad, y el rey Alfonso XIII desempeñó un papel fundamental en esta política al crear la Oficina Pro Cautivos en 1915.
Esta oficina gestionó miles de solicitudes provenientes de los cinco continentes, con el objetivo de localizar soldados, repatriar prisioneros, enviar dinero, obtener indultos y facilitar retornos a casa. Todas las peticiones fueron procesadas con investigaciones cuyos resultados se documentaban cuidadosamente. Las mujeres tuvieron una presencia destacada entre quienes solicitaban ayuda.
La reina Victoria Eugenia de Battenberg y la reina María Cristina de Austria, esposa y madre de Alfonso XIII respectivamente, fueron figuras clave en el impulso de la Cruz Roja Española. Además, la Oficina fue la primera sección de la Casa Real Española en emplear mujeres en funciones administrativas, marcando un hito pionero en el ámbito humanitario.
Los archivos de esta labor, conservados en el Archivo General de Palacio, reúnen más de 180,000 expedientes.