El uso de armerías estaba al alcance de cualquier persona, por lo que los emblemas heráldicos, elementos ciertos de diferenciación de linaje, alcanzaron una enorme difusión en los sellos de particulares. Las armas se presentan solas en el campo del sello en un principio, y después también combinadas. Los sellos lobulados, surgidos en el área iberooccitana a finales del siglo XIII, alcanzaron una gran difusión por la posibilidad que ofrecían de presentar armas en dos áreas diferenciadas: en el centro, las principales, alrededor, las secundarias. Las figuras más usadas fueron el trilóbulo, el cuadrilóbulo y el polilóbulo o rosácea. A partir del siglo XIV se timbran con yelmo y cimera y se llenan los espacios vacíos del campo con tenantes, soportes y otros adornos.
Sello de Pedro Núñez de Guzmán
Sello de Fernando García, alcalde de ToledoSalto de línea