Los sucesivos ingresos a lo largo de los años están documentados gracias a los expedientes de adquisición por compra, venta, tanteo, retracto, donación o depósito de obras de arte en el Museo, expedientes que desde finales del s. XIX ofrecen fiel información del crecimiento de sus colecciones. Y si el conocimiento de los ingresos es importante, no lo es menos la salida de obras por préstamo para exposiciones tanto nacionales como internacionales, o por depósito temporal en otros Museos u organismos públicos dentro del territorio nacional o extranjero, como es el caso de Embajadas y Consulados. Es innegable la importancia de tener bien documentadas todas las obras y gestión de las mismas, conocer su origen, titularidad, muestras en las que ha participado y ubicaciones que hayan podido tener, ya que todo ello aporta información necesaria para la adecuada preservación del patrimonio. De igual manera, conocer las intervenciones realizadas en las obras también es fundamental, ya que las técnicas de restauración han evolucionado enormemente y los expedientes de las restauraciones realizadas aportan información básica para las intervenciones actuales.