Servizos ao cidadán Arquivos
Dirección de Contacto
Subdirección General de los Archivos Estatales
Plaza del Rey, 1 - Planta Baja
28004 - Madrid
El origen de las Órdenes militares o de caballería (OO.MM.) se remonta a la época de las Cruzadas , momento en el que se crean estos institutos, a la vez religiosos y militares, para la defensa de los Santos lugares y los peregrinos que allí se dirigen.
En el caso de la Península Ibérica, las órdenes se crearán para defender la fe y luchar contra el Islam, en el marco de la llamada “Reconquista” . Por tanto, en nuestro territorio peninsular nos encontraremos con dos tipos de Órdenes Militares según su origen. Por un lado, durante la primera mitad del siglo XII se asientan en la Península institutos de origen extranjero: Orden de San Juan de Jerusalén , Orden del Temple y la Orden del Santo Sepulcro , y por otro, a partir de la segunda mitad de esa misma centuria, nacen las órdenes militares hispánicas, entre las que destacan las de Calatrava , Alcántara , Montesa y la de Santiago .
Todas estas órdenes jugaron un importante papel en la conquista e incorporación del territorio a las diferentes monarquías hispanas en sus procesos expansivos al sur del Tajo y del Ebro, pero, sobre todo, en la repoblación y explotación de todos aquellos territorios que se colocaron bajo su autoridad y administración gracias a la generosidad de nobles y reyes.
Tras la conquista de Granada de 1492 y la aparición de un ejército de carácter profesional, el carácter militar de estas órdenes irá perdiendo fuerza progresivamente, aunque el espíritu e ideal de caballeros defensores de la fe no mermará. Mientras los religiosos seguirán llevando vida regular en sus conventos, prioratos y monasterios, muchos de los laicos ingresarán en los reales ejércitos y en la administración estatal, en la que llegarán a ocupar importantes cargos.
Durante el reinado de los Reyes Católicos tres de órdenes militares hispánicas (Santiago, Calatrava y Alcántara) fueron incorporadas a la Corona con carácter vitalicio, pero será con el rey Carlos I cuando, en 1523, el papa ratifique la concesión, ahora de manera perpetua. La anexión de Montesa se producirá ya en tiempos de Felipe II (1587).
Tras la incorporación a la Corona y para la mejor administración de las órdenes militares de Santiago, Calatrava y Alcántara, se creó un Consejo de Órdenes , con funciones de gobierno, justicia y gracia, que en 1837 cambiaría su nombre por el de Tribunal Especial de las Órdenes y sería suprimido de modo definitivo en 1931.
Integran esta sección los archivos generales de las Órdenes Militares españolas (Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa) y los particulares de diversos Conventos de la Orden de Santiago, así como los fondos documentales del Consejo de las Órdenes con sus papeles sobre gobierno y administración, expedientes de pruebas de nobleza y archivo judicial, comúnmente conocido como Archivo Histórico de Toledo.
Las Órdenes extranjeras se hallan representadas por la documentación del Temple, la de la Orden de San Juan de Jerusalén, la de la Colegiata del Santo Sepulcro de Calatayud y la del Convento de Canonesas Regulares del Santo Sepulcro de Zaragoza. La repoblación y conquista del territorio en la Baja Edad Media, y la historia económica y social en la Edad Moderna están ampliamente reflejadas en la documentación procedente de los archivos generales de las distintas Órdenes Militares.
Entre los fondos del Consejo de las Órdenes , destacan por su importancia la serie de expedientes y pleitos del Archivo Judicial y las pruebas de nobleza de los caballeros, que constituyen un filón de incalculable valor para los estudios genealógicos y nobiliarios. Complementan esta sección las de Códices y Sigilografía.
Hay también secciones específicas con documentación medieval de las Órdenes Militares en el Archivo de la Corona de Aragón (Barcelona) y en el Archivo de la Torre do Tombo en Lisboa; pero también hay muchísimos documentos en otras secciones de estos archivos y en el Archivo General de Simancas (Valladolid), en el Archivo del Reino de Valencia y en el del Vaticano, así como en la sección de Manuscritos de la Biblioteca Nacional de España y en la Biblioteca de la Real Academia de la Historia.