El proyecto de conservación y restauración del conjunto de bienes procedentes de la fragata Nuestra Señora de la Mercedes –establecido como uno de los ejes fundamentales del Plan de Actuación tras el regreso de los bienes culturales a España-, supone un enorme reto para los profesionales del ámbito del patrimonio. Si bien cualquier intervención en materiales de procedencia subacuática conlleva siempre una especial complejidad, en el caso de los bienes que forman este conjunto histórico se añade la particularidad de su magnitud con más de 14 toneladas de monedas de oro y plata, principalmente.
Desde el traslado y almacenaje de la colección, todas las actuaciones tuvieron como objetivo garantizar su conservación minimizando el avance de los procesos de degradación mediante el control de los principales factores de riesgo. Paralelamente, se iniciaron los primeros estudios y análisis tanto de los líquidos que contenían el material como de los productos de corrosión y otros depósitos contenidos en la superficie metálica, con el fin de elaborar un primer diagnóstico del estado de conservación del material recuperado.
Una vez evaluados estos estudios previos, y realizadas las primeras pruebas de tratamiento, una comisión técnica de especialistas en materiales metálicos de procedencia subacuática procedentes de diferentes instituciones, se reunieron en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática, ARQUA, en marzo de 2013, con el objeto de establecer las líneas estratégicas y la metodología de actuación.
En esta reunión se establecieron como objetivos principales de intervención garantizar la estabilización de todo el conjunto histórico, así como devolver su legibilidad y correcta interpretación mediante la aplicación de tratamientos concretos según las patologías presentadas en los distintos grupos de piezas.
De este modo, los principales tratamientos contemplados son la eliminación de concreciones, depósitos y elementos inestables que no formen parte del original, la consolidación de bloques de piezas en peligro de disgregación, la inhibición de la corrosión activa, y la aplicación de una capa de protección y medidas de conservación preventiva frente a agentes externos, actuando siempre según determinan los actuales criterios de conservación-restauración adoptados por el ordenamiento jurídico español como son la mínima intervención, el empleo de tratamientos probados y plenamente justificados, así como el respeto a la historia material y naturaleza de los bienes.
Finalizada la intervención, toda la información generada durante el proceso se reunirá en el correspondiente informe técnico, estableciéndose, asimismo, una línea de investigación de manera que este hallazgo sea abordado como un proyecto global para el estudio científico y la conservación del patrimonio cultural subacuático puesto a disposición de toda la sociedad.
Artículos de interés