El ataque inglés a las fragatas españolas el 5 de octubre de 1804, que derivó en el hundimiento de la fragata Mercedes y en el apresamiento de las fragatas Fama, Medea y Clara hacia el Reino Unido, supuso la pérdida de una gran cantidad de bienes materiales no sólo para el Estado sino también para una gran cantidad de particulares.
Desde ese mismo momento, la Secretaría de Estado y Despacho de Estado y el cuerpo diplomático en Inglaterra actuaron como agentes mediadores en el conflicto generado por la reclamación de indemnizaciones. El Archivo General de Simancas contiene documentación relacionada con estas relaciones internacionales que tenían como objetivo informar a los diplomáticos españoles en Inglaterra de los bienes que se perdieron en la fragata Mercedes y de los bienes apresados por los ingleses.
Las indemnizaciones y las reparaciones a los particulares que perdieron todas sus pertenencias a consecuencia del ataque inglés se convirtieron en un asunto de estado. En agosto de 1824 se promulgó la Real Orden del Secretario de Estado del Gobierno con el fin de indemnizar a los particulares, solicitándoles el envío a la Secretaría de las relaciones de los daños ocasionados en sus propiedades acreditando los hechos con documentación que justificase su propiedad, época e importe. Las reclamaciones hechas en plazo fueron reconocidas como deudas pendientes de liquidación y fueron solventadas una a una a lo largo del siglo XIX y se conservan en el Archivo General de la Administración.Salto de línea