Número de inventario: 13992. Talavera de la Reina (Toledo).
Arcilla. Alt. 15,9; diám. máx. 31,2 cm.
El motivo decorativo que adorna la parte central de este cuenco corresponde a un animal que, a grandes rasgos podría calificarse como fantástico. En este sentido, la presencia de animales tanto reales como imaginarios en todas las áreas de nuestra cultura es un hecho recurrente. Incluso puede afirmarse que, como protagonistas de relatos míticos, ellos están presentes en la base misma de todas las culturas y civilizaciones (M. Martín Sánchez, 2002).
La importancia central del relato mítico y la carga simbólica de sus personajes, no sólo ha trascendido en la literatura y en la tradición oral, sino que también ha sido expresada plásticamente en la cerámica popular. Así, la figura central en la decoración de este cuenco, podría corresponder por sus atributos físicos, a la de una quimera. Se trata de un animal fantástico que según Hesíodo, era hija de la serpiente Equidna y de Tifón (X. Mariño Ferro, 1996: 63). Se la suele representar con cuerpo de cabra, cabeza de león y cola de serpiente enroscada en su extremo. La quimera, de cuya boca salía fuego, vivía en Licia (Asía Menor) donde devorando a hombres y rebaños con sus dientes venenosos era causa de devastación y muerte. Cuenta el relato, que finalmente fue Belerofonte, hijo de Poseidón y de Niso, quien, a lomos de Pegaso le dio muerte, introduciendo entre sus fauces una lanza con punta de plomo. El aliento de fuego de la bestia habría fundido el metal que entonces terminó por causar su asfixia.
Otro aspecto que interesa destacar en relación a esta figura es el de la acepción semántica de su nombre que, hoy convertido en nombre común, designa lo fabuloso, lo irrealizable o el producto de la imaginación.
LMM