Año de inscripción: 1993
El Real Monasterio de Santa María de Guadalupe ilustra cuatro siglos de arquitectura religiosa en España, al tiempo que se encuentra vinculado a dos hechos de gran trascendencia histórica que ocurrieron en 1492: el final de la Reconquista por los Reyes Católicos y la llegada de Cristóbal Colón a América.
Este conjunto arquitectónico se encuentra en la Puebla de Guadalupe, en la provincia de Cáceres. Los inicios del Monasterio se remontan al siglo XIII, cuando un pastor de Cáceres encontró una talla de la Virgen cerca del río Guadalupe, cuya iconografía se convertiría, en los siglos siguientes, en un modelo ampliamente difundido en el Nuevo Mundo. Se decidió entonces levantar una ermita para albergar la imagen, que el rey Alfonso XI transformó en iglesia años más tarde. En 1340, el rey pidió a la Virgen su protección para la Batalla del Salado, y en agradecimiento por la victoria obtenida, el edificio fue de nuevo ampliado y declarado Santuario Real. A partir de entonces se convirtió en un relevante lugar de peregrinación llegando a ser uno de los santuarios más importantes de España y uno de los más célebres de la cristiandad. Hasta 1835, durante casi quinientos años, la Orden Jerónima estuvo a cargo del Monasterio. En 1908 pasó a manos de los monjes franciscanos, hasta la actualidad.
El Monasterio no fue solo un centro religioso de primer orden sino también cultural, con una importante escuela de médicos, hospital, scriptorium y biblioteca. Además, fue escenario de significativos acontecimientos, como la visita en 1492 de los Reyes Católicos para agradecer a la Virgen la reconquista de Granada, último enclave islámico en la Península, o la de Cristóbal Colón para solicitar financiación en su expedición a las Indias.
El Real Monasterio es un conjunto arquitectónico de gran armonía en el que predominan los estilos gótico y mudéjar, a los que se unen elementos característicos de otros estilos, desde el renacentista al barroco y neoclásico. Es de destacar su bella fachada mudéjar, los claustros de Mayordomía y Mudéjar, el camarín de la Virgen, el relicario y el coro de la iglesia. El Monasterio alberga también una importante colección pictórica de artistas como Luca Giordano, Francisco de Zurbarán o Vicente Carducho, cuyas obras se integran perfectamente en el conjunto arquitectónico.