El Hospital Partisano Franja es un conjunto de antiguas construcciones de madera escondidas en las montañas compuesta por cabañas para los heridos y para el personal, cabañas para operaciones, una unidad de rayos X y un centro para discapacitados.
Durante la ocupación nazi, solo se podía acceder al hospital a través de la corriente del barranco; los alimentos, las medicinas y los equipos médicos eran llevados en secreto desde el valle. Combatientes y heridos de diferentes nacionalidades, independientemente del bando en el que lucharan, fueron aceptados en este Hospital para recibir atención sanitaria y refugio.
Por tanto, el Hospital de Franja es un símbolo de los valores humanos más puros en momentos de conflictos bélicos, ya que simboliza la fortaleza humana, la atención médica, la solidaridad y el compañerismo en momentos de dificultad.
En la actualidad, el Hospital, tras los daños sufridos por una inundación en 2007, ha sido reconstruido casi en su totalidad y continúa siendo un lugar de memoria y visita para todos los europeos.