El Castillo de Kynzvart, en la Bohemia Occidental, muy cerca de la frontera con Alemania, fue erigido en el siglo XIII, cuando el rey checo Premyl Otakar II mandó edificar un castillo al que dio el nombre de Kunigeswart. Las ruinas de esta primera edificación son aún visibles desde el actual palacio Kynzvart, cuya construcción se llevó a cabo a finales del siglo XIX. Ocupa un paraje de excepcional belleza que ha tenido un rol muy significante para la historia europea, ya que perteneció hasta 1945 a la familia Metternich durante 300 años siendo utilizado como residencia de verano.
En este ambiente, Klemens von Metternich, conde y príncipe de Metternich-Winneburg, jugó un papel fundamental en la política europea como constructor de la paz que siguió a la derrota de Napoleón. Fue uno de los artífices de los acuerdos de paz entre Napoleón y Austria y organizador del Congreso de Viena (1814-1815). Mantuvo importantes reuniones políticas en Kynzvart.
El palacio alberga actualmente un Gabinete de Curiosidades en el que junto a restos de El Cid y de su esposa doña Jimena, se exhiben un manuscrito de Lope de Vega, un traje de Metternich cuando tenía 4 años, momias egipcias, unos guantes de Maximiliano de México y el libro de oraciones de María Antonieta.