La Iglesia de Santa Margarita y la Iglesia de San Jorge de Kostoany pod Tribeom son dos ejemplos extraordinarios de arquitectura religiosa ya que son las únicas construcciones de su clase que se conservan casi intactas. Su construcción es testimonio de un importante periodo de la historia de la región y constituyen el excepcional legado de las tradiciones culturales de los inicios del cristianismo en el territorio y en Europa.
La Iglesia de Santa Margarita es el monumento arqueológico mejor conservado de la Gran Moravia, el primitivo imperio medieval eslavo, en el que se asienta una parte del territorio de Eslovaquia. Junto con la Iglesia de San Jorge, cuyo origen se remonta al siglo X, son testigos de un fenómeno intemporal y unificador que ha tenido una influencia fundamental en la creación de la Europa de hoy: el cristianismo. La construcción, las decoraciones interiores y los elementos devocionales se asocian dentro del marco cultural de la Europa cristiana por parte de lo que fuera el primer germen de un estado en el territorio de Eslovaquia.