Según la Convención de Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de 2003, el primer paso que debe llevar a cabo un país para incluir un elemento en las Listas de Patrimonio Cultural Inmaterial, es la realización de un inventario de los elementos y manifestaciones que se desarrollen en su territorio. Otro paso importante es que sea la propia comunidad local la que se implique y apoye la candidatura.
La Convención de Salvaguardia del Patrimonio Cultural contempla tres listas: