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Cervantes en la escuela

También queda huella en nuestras colecciones bibliográficas de aquellas obras cervantinas que testimonian la controversia sobre la conveniencia de que el Quijote fuera declarado lectura obligatoria en escuelas e institutos en las primeras décadas del siglo XX.

  • Entre sus defensores estaba Baldomero Díez Lozano (1864- ), que publicó su obra cervantina en 1905 bajo el título: “Compendio de la vida de Cervantes, sus obras y estudio de El Quijote" Link externo, epítome para uso de las escuelas". Esta biografía cervantina fue declarada como obra de utilidad pública para la enseñanza y la dedicó a su amigo el político Eduardo Vincenti por defender en el Congreso de los Diputados la declaración de lectura obligatoria del Quijote en la escuela

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  • Julián Apráiz (1848-1910). Catedrático de Secundaria y director del Instituto de Vitoria fue autor de la traducción al vasco del Quijote. Varias de sus obras cervantinas fueron declaradas de utilidad pública por el Ministerio, como por ejemplo “Cervantes vascófiloLink externo, vindicación de Cervantes de su supuesto antivizcainismo, refutando errores de Juan Antonio Pellicer y Diego Clemencín. En 1905 organizó el homenaje al Tercer Centenario del Quijote en la provincia de Álava.

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  • De trayectoria profesional similar a éste último tenemos a Acisclo Muñiz Vigo (1866-1941), catedrático del Instituto de Oviedo, que también realizó un estudio sobre Cervantes, presentado al Ministerio de Instrucción Pública para su autorización como obra de texto en la enseñanza. Se trata de la obra: "Catecismo de CervantesLink externo, publicada en 1905, y que dedicó al escritor Mariano de Cavia, inspirador de la celebración del tercer centenario de El Quijote.

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  • También contamos con una edición para niños de "El Quijote de la Mancha" Link externo editado por la editorial Dalmau de Girona en 1927. La singularidad de este ejemplar, custodiado en el Centro Documental de la Memoria Histórica, es que fue leído por los niños españoles internados en el campo de refugiados de Argèles-sur-Mer (Francia) tras la Guerra Civil española. Este campo fue creado por el gobierno francés para concentrar a los exiliados españoles que cruzaban los Pirineos huyendo de la contienda.

La bibliografía cervantina llega hasta el siglo XXI recogiendo las obras publicadas con motivo de los centenarios del 2005 y del 2016. En el 2005 el Ministerio de Cultura colaboró con México en el proyecto descriptivo de la documentación relacionada con el Soconusco Link externo, esa encomienda imaginaria que Cervantes solicitó al Consejo de Indias y nunca pudo gobernar. En la biblioteca del CIDA se puede consultar la producción bibliográfica resultado de esta cooperación institucional.

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