El siglo XV fue un período convulso en el que poderosos bandos nobiliarios se enfrentaron entre ellos y contra el mismo rey propiciando un ambiente de inestabilidad política y de guerra. En la segunda mitad de la centuria, toda una liga nobiliaria liderada por el marqués de Villena y el arzobispo Carrillo, se enfrentó al monarca, Enrique IV, hasta llegar a deponerlo el 5 de junio de 1465. En una ceremonia conocida como la Farsa de Ávila algunos nobles proclamarían rey al infante Don Alfonso, medio hermano del rey de apenas 11 años de edad, bajo la premisa de que Enrique IV era homosexual y amigo de musulmanes. Además, sus enemigos afirmaban que la princesa doña Juana no era hija suya, sino que el verdadero padre era el favorito del rey, Beltrán de la Cueva.
La vida de don Alfonso fue breve, pues moriría en 1468. Se ha planteado la posibilidad de que fuera envenenado, aunque otras fuentes mencionan la peste como causa de su fallecimiento. Sea como fuere, este muchacho reinó como Alfonso XII durante tres años, aupado por una poderosa parte de sus súbditos, llegando a formar su propio entorno cortesano.
En este documento, datado en 1467, el infante se intitula rey, y como tal, concede al I duque de Medina Sidonia el derecho de portar en su escudo la llave de Gibraltar como recompensa por haber conquistado dicha plaza.
Se trata de un documento preciosamente iluminado, escrito sobre pergamino, con su sello de cera pendiente. Su estado de conservación era bueno antes de la restauración, ya que el color de las tintas se ha mantenido espectacularmente, además el sello de cera se encuentra casi intacto. No obstante, nuestras restauradoras lo han hecho lucir un poco más, eliminando algunos pliegues y roturas y recuperando el trenzado original de los hilos de seda que sujetan el sello al pergamino. Para garantizar su conservación a largo plazo, el documento se ha instalado en una caja de conservación especial que cuenta con un estuche para el sello.