Con motivo de la celebración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, compartimos un interesante documento perteneciente al fondo del marquesado de Casal de Griegos. Se trata de una relación de 1532 firmada por Nuño Beltán de Guzmán en la que relata al emperador Carlos V el avance de su periplo por las tierras del Nuevo Mundo. En esta ocasión, nuestro interés ha sido detenernos en las anotaciones marginales que jalonan el cuerpo textual del documento, ya que en ellas se nos da una somera visión de algunas de las costumbres de los pueblos que el conquistador halló en su camino. Independientemente de la concepción etnocéntrica del conquistador, que se percibe en su caracterización de los recién descubiertos indígenas, las anotaciones ofrecen una información de interés a la hora de conocer algunos rasgos del atuendo y costumbres de los estos originarios habitantes de Centroamérica, los teules-chichimecas.
1. Estos indios que aquí digo que vi-
nieron de paz son gente -a lo
que entonces se pudo saber y a lo
que agora se sabe- que siembra po-
co maíz y se mantienen
de caza y son grandes fleche-
ros. Y muestran no tratar oro
ni plata, aunque se cree que la tienen
y la tratan con pueblos más den-
tro de la tierra, de que tengo informa
ción que son grandes y ricos.
2. Esta gente es de otra lengua que la
primera, y andan vestidos con
sus mantas no muy frías, y
no traen otra cosa; y las muje
res, unas mantas entorno
del cuerpo, que se dicen naguas,
de los brazos abajo, con sus gor
gueras encima de los pechos
de las mismas mantas, con
una punta atrás y otra a-
delante. Dicen que tienen plata
y oro, aunque se vio poco. Tienen
sus cues (sic) donde sacrifican, y
sus casas son de paja, y las pare
des de barro y cañas, y otras
de tierra.
3. En esta provincia andan vestidos
de la misma manera, y algu
nos traen barbas de pajas
y otros de hueso. Es otra
lengua diferente de la de
arriba, son grandes sacrifi
cadores y comen carne hum
ana. Como digo aquí no
se vio oro ni plata, mas
créese que se trata. Como
en las otras provincias
son de muy poca capaci
dad y muy bestiales,
las casas son de paja y
muy ruines y muy de
rramados.
4. Esta provincia es muy po-
blada de gente, y abun-
dante de toda comida de la
tierra, y futas, y mucho pes-
cado. Hay buena ropa de la
tierra, de que andan vestidos con
sus mantas y las mujeres
con gorgueras y naguas; los
hombres traen los cabellos
muy largos, entrenzados.
Dicen que tratan oro y plata,
aunque al presente no lo
mostraron, ni yo lo procuré
de haber. Están bien pobla-
das y más juntas las casas,
sin orden de calles. Ribera
de un río que sale de una la
guna.
5. Esta provincia es abundante
de todas comidas de la tierra,
así de maíz, gallinas y
futas y otros bastimentos.
Es provincia en que se trata
oro y plata y ropa de al-
godón, y de mucha gente.
Andan vestidos con sus man
tas los hombres, y rapados
los cabellos de las orejas
arriba, y una cresta por mi-
tad de la cabeza como se
les debe aparecer el dia-
blo; y las mujeres, unas
camisas anchas. Es tierra
templada, la población
no está junta sino derra-
mada entre sus arboledas.
Tienen casas, todas de pa-
ja, y las paredes de barro
bajas. Es diferente esta
lengua de la de Cuitzeo. Son
indios de más capacidad
que los pasados.
6.Todos estos lugares son dife-
rentes en lenguas, y el hábi-
to casi de una manera hasta
pasado el río y barranca que
digo. Todos los demás son
casi de una lengua, las casas
son de razonable manera en
algunos lugares, entiéndese
que son todas de paja, sino que
difieren en ser más altas o
más bajas, o mayores. Y en
el lugar de Nochistlán se
ha hecho la villa de Guada
lajara y alguna muestra
de plata y oro se halló en
tre los indios. Y, como digo,
oro se halló debajo de la
tierra en la cata que se hizo,
y créese que buscando mi-
nas de oro y plata, que
las hay y se hallarán se-
gún la disposición de la
tierra en toda aque-
lla provincia y comar-
cas, de donde tengo re-
lación que hay grandes luga-
res y ríos que por la
brevedad del tiempo no
se pudieron ir a ver en-
tonces, aunque después
que la envíe a poblar son
idos a conquistarlas y
cada día espero mensa-
jero de lo que se ha hecho
para enviar grandes
nuevas a Vuestra Majestad y de
abrir el camino desde
allí a la provincia de
Pánuco para que todo se com
unique si el Audiencia de
Vuestra Majestad no me va a la
mano porque no haga más
obras en que Dios y Vuestra Majestad
puedan ser servidos pues-
to que como gobernador
y capitán general de Pánuco
yo puedo conquistar todas
aquellas partes y muchas
más estuvieran descubier-
tas de que grande relación
tengo en la mar del sur
si lo que de ser tengo a V.M
no se me pusiera delante
que me hizo tornar a pro-
veer a mi honra y
justicia para que no me
tomasen lo que había
yo conquistado y traba
jado diciendo lo que
han dicho de mi persona
así los oidores como todos
7. En estas provincias es la
gente de más razón y
hay algunos nahuatla-
tos. Tienen ropa de algo-
dón y tratan alguna pla-
ta y oro. Es abundante de
comida, hay mejor manera
de casas, aunque todas son
de paja y muchos cúes.
8. En esta provincia de Jalis-
co es la gente más sal-
vaje y tiene la mane
ra de las casas que esto-
tros. Es gente inca-
paz e indómita
que con estar tan cerca
de aquí no se puede traer a obediencia ni
a que sirva y dice que tienen algún oro
y plata, y la tierra tiene disposición
de minas de ello. Tienen razo-
nable ropa y tienen los cabellos largos y entrenzados
y las mujeres unas naguas
encima cubiertas con sus
mantas de algodón.
9. En este pueblo de Tepache
donde está agora la ciu-
dad fundada, el señor
y la más gente es de la
lengua de Jalisco. Hay al-
guna parte de nahuatlatos
que tratan por las tierras
comarcanas como mer-
caderes en ropa y algo-
dón y otras cosas de la tierra,
y dicen que oro y plata, aun-
que hasta agora todos lo en-
cubren. Es todo de la cali-
dad de Jalisco en vestido
y maneras. Tienen en estos
lugares grandes cúes que se
les han derrocado. Pasa un
río por ello, es lugar de
muchas frutas.
10. Estas provincias son de mucha
gente, las casas son de paja
y pequeñas, como de costa. Tie-
nen buena ropa y dicen
que tienen oro y plata y que
la tratan puesto que hasta ago-
ra no lo han dado. Son sacri-
ficadores. El señor de ella era
mancebo y mostraba querer
ser amigo de los españoles,
y porque a sus caballos les man-
daba que viniesen a servir.
Mas dicen que lo han muerto
porque acá no son los vasallos
tan sujetos a los señores como
en las partes de la Nueva España
y es gente bestial. Tienen cúes
grandes de paja. Los señores
no tienen el servicio ni arte que
los de Méjico, ni tan inge-
niosos. Son sin razón y obediencia
ninguna.